Manta, La Hora
El pedido de Ecuador para ingresar como No parte Cooperante en la Comisión de Pesquerías del Océano Pacífico Central y Occidental, WCPFC, por sus siglas en inglés, no prosperó y se mantiene postergado debido a la inexplicable oposición de Nueva Zelanda, cuyo único voto impidió lo que había sido aprobado por 34 países miembros de ese organismo regional.
El subsecretario de Recursos Pesqueros, Guillermo Morán, dijo que debido al mecanismo y estatutos de la WCPFC, una aprobación de esa naturaleza puede abortarse con un solo voto negativo, lo que en efecto ocurrió con la extraña posición de Nueva Zelanda, que ignoró todo argumento presentado por el país. Morán añadió que ante esa postura se redactó una enérgica protesta que luego fue escuchada por todos los países miembros de la Comisión.
A pesar de ese revés, la delegación de funcionarios y dirigentes pesqueros ecuatorianos consiguió que la flota atunera nacional, que tiene los permisos oficiales correspondientes, pueda seguir pescando durante un año en las áreas del Pacífico Central y Occidental.
“Mientras nuestros barcos legalmente pescan en la zona económica exclusiva de los países de esa región, nosotros tendremos el tiempo suficiente para presentar la información adicional que nos están solicitando, como capacidad de la flota, número de embarcaciones, estadísticas de capturas, entre otros aspectos”, indicó.
No parte Cooperante
El funcionario explicó que No parte Cooperante es la clasificación que se le da a un país que no pertenece a la administración pesquera en esa parte de los océanos, pero que pide su ingreso para cooperar voluntariamente en el ordenamiento de las pesquerías.
Según Morán, el país mantiene su posición sobre el aprovechamiento del recurso atún en aguas internacionales del Pacífico Central, donde la flota ecuatoriana ha venido desarrollando sus actividades en razón al movimiento altamente migratorio que tienen las especies de atún.
Esta facultad es reconocida por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, Convemar, que en sus artículos 64, 87, 116 y 118 reconoce derechos a los países ribereños que aprovechan recursos marinos tales como atunes, peces espada y dorado.