Correa compara a su rival Noboa con dictador nicaragüense Somoza

Quito

El candidato finalista a la Presidencia de Ecuador, el izquierdista Rafael Correa, comparó hoy a Alvaro Noboa, su rival de la segunda y definitiva vuelta electoral del 26 de noviembre, con el ex dictador nicaragüense Anastasio Somoza.

Con Noboa en el poder «tendremos otra Nicaragua con Somoza», pero en Ecuador, aseguró Correa en el programa «Cero Tolerancia», de la cadena de televisión Ecuavisa.

Correa incluso no negó la posibilidad de liderar la oposición a un eventual gobierno de Noboa, a quien ha tildado de «millonario engreído» y de «oligarca corrupto».

El candidato izquierdista, no obstante, dijo sentirse seguro de ganar la Presidencia de su país el próximo 26 de noviembre, pese a lo que denominó «campaña sucia» en su contra, promovida por su rival.

Correa dijo que un ejemplo de esa «campaña sucia» es el uso que ha hecho Noboa de unas declaraciones del presidente venezolano, Hugo Chávez, que el miércoles pasado acusó al aspirante multimillonario de ser «un explotador del trabajo infantil».

«Yo rechace, por inoportunas, las declaraciones de Chávez, pero es evidente, y todo el mundo lo sabe, que este señor (Noboa) es un explotador laboral», sostuvo Correa.

Pese a que Noboa ha rechazado esas acusaciones, Correa dijo que hay informes de varios organismos internacionales, entre ellos la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que han acusado al magnate bananero de emplear mano de obra infantil en sus haciendas.

«Las declaraciones de Chávez son inoportunas y las rechazamos, porque interfieren (en asuntos internos), pero siempre hemos dicho que lo que él dice es verdad, aunque puede ser una imprudencia», remarcó el candidato izquierdista.

De otro lado, Correa advirtió de que podría «limitar» el pago de la deuda exterior del país o declarar una moratoria si se requiere dinero para la ejecución de programas sociales.

Reiteró que en su eventual mandato no permitirá que haya «soldados extranjeros en el suelo patrio» y que se opondrá a la presencia de militares estadounidenses en la base de Manta, en el oeste del país, cedida en 1999 a Washington para el control del narcotráfico en la región.

Correa aseguró que en Manta, donde dijo que existe «la mejor pista de Sudamérica, se construirá una terminal internacional aérea de transferencia para que capte los vuelos de la India y de China, que en estos momentos van a Santiago, a San Francisco, a California para cubrir vuelos a Nueva York, a Buenos Aires».

Esa obra, dijo, servirá para toda América Latina, generará unos 30.000 puestos de trabajo y costará unos 300 millones de dólares.

Reiteró su propuesta de convocar a una consulta popular, apenas asuma el poder, para que el pueblo le permita instalar una «Asamblea Nacional Constituyente que acabe con esas mafias políticas» que, según dice, controlan el Congreso.

También dijo que es partidario de que, a través de la Asamblea Constituyente, se reestructure la Corte Suprema de Justicia, en el marco de un «cambio radical» de las estructuras del Estado.

Prometió construir, «en el mejor de los casos», unas 100.000 viviendas al año, 200.000 menos de las que ofrece Noboa, y dijo que la propuesta de su rival es exagerada y casi imposible de concretar.

Correa ofreció acabar con el sistema de «tercerización laboral», o subcontratación, y dijo que no permitirá la privatización de la seguridad social.

EFE