Arquímedes guarda un tesoro en el África de Esmeraldas

Arquímedes  guarda un tesoro en el África de Esmeraldas
HISTORIA. En las piezas arqueológicas se encierra la historia de los antepasados.

Un sexagenario esmeraldeño guarda en su casa 3.800 piezas arqueológicas, gemas y jura que hasta un pedazo de meteorito.


ESMERALDAS

Aunque parezca de novela, en el recinto África hay una casa vetusta a la que la gente llama museo, donde Arquímedes Simisterra Hurtado, de 68 años de edad, cuida 3.800 piezas arqueológicas y un sinnúmero de piedras preciosas.
“Dice la gente que aquí hay una fortuna. En realidad, por mi ignorancia, no puedo cuantificar lo que hay”, dijo Simisterra.


El recinto África, están Rioverde, Esmeraldas. El guardián de este ‘tesoro’ asegura que se siente orgulloso de llamarse Arquímedes y que recolectó todas las piezas en el entorno de su pueblo, donde hace miles de años habitó la cultura Tolita. Simiestra tiene dos deseos: que el Estado se haga cargo del ‘museo’ para explotarlo turísticamente y que a él se lo reconozca por haberlo cuidado todo este tiempo.

»Quiero que se haga un verdadero museo para las futuras generaciones. Conozco que se construyó uno de tres pisos solo para 21 piezas, cuando aquí hay más de 3.800”.


“Este lugar es tan rico en su historia, que puede competir con cualquier sector del mundo para ser reconocido como un Patrimonio de la Humanidad”, dice orgulloso. Además de su pequeña casa, nombra como posible atractivo para los extranjeros un altar de estatuas que existe en el lugar y que representa a los dioses de las mitologías de la era aborigen y de la criolla.


Esas estatuas no se pueden ver, pero existen justamente debajo del cerro, de un mirador, donde se ha edificado el museo. “Representan a los seres mitológicos que estuvieron asentados en este bloque, es como una comparación con la laguna de la Facultad de Agropecuaria en Mútile”, manifestó Arquímedes.


Piedras preciosas


Las 3.800 piezas arqueológicas fueron recogidas durante los últimos 30 años. Pero Arquímedes Simisterra guarda en su ‘casa-museo’ también centenares de piedras preciosas, incluidos oro y diamantes en bruto.


Todas esas maravillas, como él las llama, las encontró en ese mismo recinto y eso, aclara emocionado, le ha permitido conocer más de la historia de quienes habitaron el lugar.


“Soy una persona humilde que vive de la agricultura. Mi juventud y ahora mi adultez la he dejado aquí, por lo que espero que pueda cambiar mi situación”.


Las piedras están en frascos de vidrio llenos de algunas sustancias y a cada uno le ha puesto un nombre. “Son maravillas de la naturaleza. Tenemos gemas que mucha gente cree que solo se encuentran en el mar, como los corales: rojos, blancos, rosas y azules”.

»Son maravillas de la naturaleza. Tenemos gemas que mucha gente cree que solo se encuentran en el mar, como los corales: rojos, blancos, rosas y azules”.


Entre los metales y las piedras preciosas están el oro, la plata, los diamantes, el topacio, las perlas, el ámbar, los rubíes normal y estrellado, el ónix, el zafiro y el marmoleo.


Simisterra confiesa que algunas personas se han llevado algunas piezas: gente que llega con el pretexto de mirar, se queda y luego se lleva sus cosas.

Arquímedes  guarda un tesoro en el África de Esmeraldas
VALOR. Arquímedes Simisterra muestra las piedras esmeraldas y el oro recogidos.

Verdadero museo

Quiero que se haga un verdadero museo para las futuras generaciones. Conozco que se construyó uno de tres pisos solo para 21 piezas, cuando aquí hay más de 3.800 y están en una casa insegura”, dice Arquímedes.


Y que todas las piezas y piedras son originales encontradas en el medio y que fueron elaboradas por varias culturas, incluidos, según él, incas, aztecas y mayas. Además, muestra una roca y jura que es un pedazo de meteorito de hace 16 millones de años. “Habían dioses de la mitología que tenían colecciones de piezas, incluso, pedazos de meteoritos que deben estar enterrados en este lugar”, concluye Simisterra y vuelve a cuidar su tesoro. (FHI)