Cirugía mayor

BYRON BURBANO MORENO

Siempre es necesario breves recesos en las actividades especialmente en medio de tareas tensas, difíciles, complicadas. El descanso ayudad a aflojar las tensiones, alivia las dolencias, disminuye los riesgos corporales que afectan principalmente al cerebro, corazón y sistema nervioso; por lo que no es recomendable la sobrecarga de esfuerzo físico, mental o emocional, porque generan el temido estrés y las depresiones. Lo dicho es aplicable al plano individual. Pero, ¿qué ocurre en el plano colectivo? La sociedad siente y vive las mismas emociones, sentimientos, tiene momentos de crisis y tensiones que producen estrés general que, si no es controlado a tiempo, puede derivar en serios problemas. Es la sociedad enferma, contagiada de males, graves muchas veces, que no fueron detectados a tiempo. Sigue cometiendo excesos, que después nadie puede controlarlos.

Al otro extremo, hay personas y pueblos que se entregan al abandono, a la desidia y al conformismo; personas y pueblos que se someten con asombrosa facilidad, que prefieren estar entremezclados para que no les vean o identifiquen y que se mueven al vaivén de la masa amorfa, pesada, devoradora, más aún cuando aparece un capataz que les lleva a donde él quiere con gritos, amenazas y violencia, socavando inclusive la autoestima individual y social.

En los dos casos planteados, hay bichos, alimañas, sabandijas, que actúan aprovechándose de la oportunidad porque encuentran en los cuerpos débiles y enfermos el mejor caldo de cultivo para satisfacer su voraz apetito; se introducen en el individuo y en la sociedad para infestarlos y devorarlos. En el ser humano son las enfermedades como el cáncer, el sida, la influenza que si no se atienden a tiempo son incontrolables y causan la muerte; en el cuerpo social son muchas más: desnutrición, analfabetismo, insalubridad, desempleo, corrupción, miseria, abandono, en medio de los cuales aparecen falsos curanderos, salvadores mesiánicos, estafadores portadores de pócimas mágicas; son los populistas, los demagogos, los corruptos que tratan de enquistarse en la parte más sensible de la sociedad, la República, que pide a gritos una cirugía mayor.