Aseguró que en los próximos días se retomará el control de las cárceles y volverá la paz. Con un mensaje en el que incluso dijo que «Dios no quiera que haya más muertos y más violencia», Ernesto Pazmiño anunció ayer públicamente que renunció de forma irrevocable a su cargo de director del Sistema Nacional de Atención a Adultos privados de la libertad y Adolescentes Infractores (SNAI).
En una rueda de prensa, en Quito, el funcionario empezó con la noticia que en esta semana se han trasladado a 300 presos de las cárceles de Guayaquil, lo cual habría desencadenado los hechos violentos del jueves que dejaron un saldo de seis muertos.
«Los cambios generan reacomodo de las bandas que intentan mantener control», mencionó Pazmiño y agregó que con la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas se aisló a 83 presos identificados como los líderes de los grupos delincuenciales, en pabellones especiales en los tres centros regionales: Cotopaxi, Turi y Guayas.
Se hace a un lado
Tres semanas después de la declaratoria de excepción para el sistema de Rehabilitación Social y la emergencia institucional del SNAI, Pazmiño dejó sus funciones argumentando que se debe a razones familiares. «Mis hijas y mis nietas estaban sufriendo», dijo y agregó que los últimos meses recibió mensajes «dudosos». Agradeció al Presidente de la República y a las autoridades de diferentes ministerios.
EL DATO
En conversaciones con el Ministerio de Finanzas se analiza incrementar el monto económico para la emergencia de 25 a 40 millones de dólares.Ante el cuestionamiento de que su renuncia se vincule con las discrepancias que hubo con las Fuerzas Armadas, después del decreto de emergencia, señaló que con las modificaciones del Decreto 754, que se emitieron el lunes, ya se logró una mejor coordinación.
En un contexto en el que 15 personas han sido asesinadas en el interior de las cárceles, en lo que va del año, el exdirector hizo un llamado al cambio de la mentalidad social y los patrones de violencia que han desembocado en cárceles hacinadas.
Comentó que no sabe quién asumirá su cargo y catalogó como «vergonzoso» que, aunque instituciones internacionales como la OEA han cuestionado el abuso de la prisión preventiva, aún no haya reformas.
Según él, muchos de los procesos de contratación para tecnologizar el ingreso de las cárceles y mejorar las condiciones ya quedan listos.
Expectativa
«No creo que el cambio de director cambie la situación», dijo Mónica Vera, presidenta de la fundación de Derechos Humanos Inredh, con respecto a la renuncia de Pazmiño y argumentó que la falencia más grave es la falta de articulación de todas las instituciones del Estado.
83
presos considerados los más peligrosos están en pabellones especiales de las tras cárceles regionales.En representación de la organización, mencionó que el perfil del nuevo director debe cumplir con experiencia en el sistema carcelario desde los Derechos Humanos. Cuestionó que aunque Ernesto Pazmiño cumplía con estos rasgos profesionales no logró subsanar los problemas, en parte porque no se ha realizado un trabajo conjunto.
«Convocamos a las demás organizaciones sociales a que también se pronuncien», señaló Vera. Para ella, la nueva autoridad no debe enfocarse solo en la seguridad pues las medidas recientes no han logrado nada.
Con respecto a la resolución que emitió la Corte Constitucional sobre los decretos de Estado de Excepción el jueves, el defensor del Pueblo, Freddy Carrión, dijo que seguirá de cerca todas las acciones que se tomen en el sistema, para que respeten los Derechos Humanos y reconoció que el problema no es reciente, sino que es el resultado de muchos años en los que no hubo políticas claras de rehabilitación social. (PCV)