QUITO
Sin funciones efectivas y bajo la mira sectores políticos de oposición y del mismo oficialismo, el vicepresidente Jorge Glas compareció la mañana y tarde de este miércoles nueve de agosto de 2017 a la Fiscalía General del Estado.
Por más de siete horas se extendió la presencia de Glas al interior del Ministerio Pùblico que lo convocó para que presente su versión “libre y voluntaria” en el marco de dos investigaciones de supuestos hechos de corrupción durante el gobierno anterior de Rafael Correa.
El primer caso se relaciona a sobornos que habría realizado la empresa brasileña Odebrecht a funcionarios gubernamentales. El segundo, una indagación previa por el delito de peculado en la firma de contratos petroleros del bloque Singue.
Glas ingresó antes de las 08:20, con anticipación a la hora convocada por la Fiscalía y salió cerca de las 15:30. A su salida le esperaba un grupo pequeño de simpatizantes que lanzaron consignas de respaldo..
Glas no dió detalles de la versión que presentó a la Fiscalía y se limitó a señalar que existiría una persecución en su contra: «“Los que están bajo investigación están detenidos o están prófugos, pero se pretende con una agenda política, orquestada por parte de la oposición y por parte de ciertos actores políticos que se seguirán develando con el tiempo”.
En la acera del frente del edificio de la Fiscalía, en cambio, permanecía otro grupo, también pequeño de representantes de organizaciones políticas de los pueblos indígenas.
A la cabeza se encontraba el dirigente Carlos Pérez Guartambel, que se presentó con un nuevo nombre de Agua de Montaña Guartambel y solicitó a la Fiscalía que se ordene medidas cautelares no solo en contra de Glas, sino del expresidente Rafael Correa.
Guartambel alegó que éste último, en calidad de Jefe de Estado, debió conocer lo que realizaba Glas en los altos cargos que ejerció en el gobierno anterior. (MMD / JCER)
