Los problemas económicos por la invasión de Rusia Ucrania son la mayor preocupación de las dos potencias.
La nueva primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, habló durante la noche de este martes con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con quien ha acordado reforzar las relaciones de ambos países así como garantizar el fracaso del presidente ruso, Vladimir Putin, en Ucrania.
«Los líderes han reforzado su compromiso por fortalecer la libertad global, abordando los riesgos que plantean las autocracias y garantizando el fracaso de Putin en Ucrania», ha dicho un portavoz de Downing Street, según ha recogido la cadena BBC.
«La primera ministra espera trabajar conjuntamente con el presidente Biden como líderes de democracias libres para abordar desafíos comunes, en particular «los problemas económicos extremos desatados por la guerra de Putin», ha aseverado.
Ambos mandatarios han discutido sobre «la duradera fuerza de su especial relación», y han acordado construir a partir de esa unión, incluyendo el fomento de sus alianzas de defensas a través de la OTAN y la AUKUS -la alianza formada por Reino Unido, Estados Unidos y Australia-.
Asimismo, Truss y Biden han hablado sobre una gama de cuestiones nacionales y han subrayado la importancia de proteger el Acuerdo de Viernes Santo (también llamado acuerdo de Belfast), añadiendo que esperan poder encontrarse pronto, según la citada cadena.
Acercamiento con el líder de Ucrania
Volodimir Zelenski informó en twitter de que ha invitado a Truss a visitar Ucrania y le ha agradecido la ayuda brindada por Reino Unido, tanto militar como económica. «Es importante que esté dispuesto a aumentarla», ha apostillado.
El presidente ucraniano ha abogado por seguir presionando a Rusia hasta lograr «el fin de la agresión» y llevar a sus responsables ante la Justicia. En este sentido, ha reclamado que se catalogue a Rusia como un «Estado terrorista».
Truss ha incluido entre sus alabanzas a Johnson la política seguida durante estos últimos meses en relación a Ucrania y ha decidido mantener como ministro de Defensa a Ben Wallace, figura clave en esta estrategia.