El funeral de la reina Isabel reúne a los líderes mundiales

Protocolos. El presidente francés Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte, llegaron a visitar la capilla ardiente de la difunta reina Isabel II, este 18 de septiembre.
Protocolos. El presidente francés Emmanuel Macron y su esposa, Brigitte, llegaron a visitar la capilla ardiente de la difunta reina Isabel II, este 18 de septiembre.

Reino Unido despide este lunes a Isabel II con un funeral de Estado inédito en 70 años.

Redacción LONDRES

La muerte de la reina Isabel II ha reunido en Londres a cientos de jefes de Estado y dignatarios de todo el mundo, que este 18 de septiembre de 2022 asistieron a una recepción ofrecida por el nuevo monarca británico, Carlos III, antes del funeral de Estado que se oficiará hoy en la abadía de Westminster.

Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, estuvieron entre los cerca de 500 invitados al palacio de Buckingham, junto con mandatarios como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, los emperadores de Japón, Naruhito y Masako, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y soberanos de las casas reales europeas.

Los reyes eméritos de España, Juan Carlos I y Sofía, acudieron asimismo a la recepción. Ambos acudieron juntos al palacio, algo más de media hora antes de la llegada de los actuales jefes de Estado españoles.

El Ministerio de Exteriores del Reino Unido, que coordina la organización del funeral de Isabel II, ha dispuesto autobuses para trasladar a la mayoría de dignatarios a los principales actos previstos durante estos días a fin de facilitar la movilidad por el centro de la capital británica.

Biden, así como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el rey Abdulá II de Jordania y otros líderes tienen, pese a todo, el visto bueno del Gobierno para circular en sus propios vehículos.

Logística para 1.000 diplomáticos

Muchos de los mandatarios invitados al funeral presentaron ayer sus respetos ante el féretro de Isabel II, fallecida el 8 de septiembre con 96 años, que permanece en una capilla ardiente en el palacio de Westminster por la que miles de ciudadanos continuarán desfilando hasta el lunes a primera hora de la mañana.

Funcionarios de Exteriores escribieron a mano cerca de 1.000 invitaciones a líderes y representantes de prácticamente todos los países del mundo, en una operación diplomática a gran escala.

Sólo quedaron fuera de la lista seis países: Siria y Venezuela, con los que Londres no mantiene vínculos diplomáticos; Rusia y Bielorrusia, por su implicación en la invasión de Ucrania, así como Afganistán y Birmania, ante la compleja situación política que atraviesan.

Estados como China, con los que el Reino Unido mantiene relaciones tensas, sí están representados en las exequias por Isabel II. Londres invitó a su presidente, Xi Jinping, y aunque durante días estuvo en el aire si Pekín enviaría a un alto representante, finalmente el vicepresidente Wang Qishan ha viajado a la capital británica.

Entre los invitados a la recepción de Estado y el funeral en la abadía de Westminster está asimismo Olena Zelenska, esposa del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.

Sin planes políticos

A pesar de la enorme congregación de líderes mundiales en Londres, el Gobierno británico ha insistido en los últimos días en que la reunión en Londres tiene como objeto rendir homenaje a Isabel II y quiere mantener al mínimo los mensajes políticos.

La primera ministra, Liz Truss, que asumió el cargo dos días antes de la muerte de la soberana, planeaba mantener su primera reunión bilateral con Biden este domingo en Downing Street.

Sin embargo, Washington y Londres anunciaron un día antes la decisión de posponer la entrevista hasta el miércoles, cuando ambos se encontrarán en el marco de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York. EFE

La Policía de Londres ha asumido que el funeral de Estado será "el mayor evento único" a nivel de fuerzas de seguridad que se haya celebrado nunca en la ciudad, superior incluso a los Juegos Olímpicos de 2012.

Pormenores del funeral de Estado

El funeral de Estado en memoria de Isabel II y el posterior entierro de la difunta reina simbolizarán el último adiós de Reino Unido a quien ha sido su máxima institución desde 1952.

Han pasado 70 años desde el fallecimiento del anterior rey, Jorge VI, y aunque la mayor parte de la ciudadanía no vivió los fastos de entonces, el Gobierno y la Casa Real contaban con un protocolo detallado que determinaba qué hacer en los diez días posteriores a la muerte de Isabel II.

El protocolo concluye al décimo día con un funeral de Estado que arrancará una vez haya cerrado la capilla ardiente habilitada desde el miércoles en la sede del Parlamento, a las 06:30.

Unas cuatro horas después, a las 10:35, está previsto que miembros de la guardia real vuelvan a coger el féretro para trasladarlo, a bordo de nuevo de un carro de armas, hasta la abadía de Westminster, en el inicio de un breve cortejo fúnebre.

Detrás del féretro avanzarán a pie el rey Carlos III y otros miembros de la familia real, tal como ya ocurrió el miércoles con el traslado del ataúd desde el Palacio de Buckingham hasta Westminster y, previamente, en la capital de Escocia, donde murió Isabel II.

La procesión concluirá a las 10:52, momento en el que el cortejo entrará en la abadía de Westminster, donde ya estarán todos los invitados. Pero las puertas del templo se abrirán a las 08:00 y está previsto que asistan unas 2.000 personas, si bien el Gobierno no prevé divulgar una lista oficial de invitados.

Según recoge Europa Press, el funeral de Isabel II concluirá con dos minutos de silencio que se hacen extensibles a todo el país, como un último acto antes de que se inicie un nuevo cortejo fúnebre a la salida de Westminster, donde los miembros de la familia real acompañarán de nuevo el féretro, en este caso hasta el Arco de Wellington, donde estará esperando el coche fúnebre.

Pasadas las 15:00, el convoy llegará a Windsor y, poco antes de las 16:00, el féretro con los restos de Isabel II será aupado de nuevo para introducirlo en la capilla de San Jorge. El deán de Windsor oficiará un servicio religioso, en presencia de unas 800 personas.

El entierro tendrá lugar a las 19:30 y el Gobierno ha especificado que será una ceremonia privada.