El virus de la “enfermedad del beso” está detrás de la esclerosis múltiple, dice científico

El epidemiólogo italiano Alberto Ascherio lideró un equipo que hizo un descubrimiento. Conozca más.

Uno de los grandes misterios de la medicina ha sido resultelto. El diario El País, de España, publicó una entrevista con el epidemiólogo italiano Alberto Ascherio quien lideró el equipo científico que, en enero, demostró que el virus de Epstein-Barr es la causa princial de la esclerosis múltiple.

Esta enfermedad lastima las capacidades de movilidad de las personas, incluso las del habla. Hay cerca de tres millones de personas que sufren esta enfermedad, que no conocían por qué sufren con la esclerosis múltiple.

El equipo del epidemiólogo, de la Universidad de Harvard, de Estados Unidos, inició en el 2000 un seguimiento, dice el diario español, a unos 10 millones de militares estadounidenses. “Sus esperados resultados han demostrado que el riesgo de esclerosis múltiple se multiplica por 32 tras la infección por el virus de la enfermedad del beso”, dice el reportaje.

En la entrevista con el científico confirma los resultados del estudio. “No hay duda de que la esclerosis múltiple es una complicación rara de la infección con el virus de Epstein-Barr, pero siempre hay otros factores. ¿Que cómo es posible que un virus tan común cause una enfermedad rara? Pues esto no es una excepción, es la regla”, dijo el ciéntífico a El País.

El virus está en la boca y está presente en el 94% de las peronas. Por eso se lo conoce como el ‘virus del beso’. “Se reactiva periódicamente. Si paramos a personas por la calle y les hacemos un test, el 20% darán positivo en ese momento. Pero puedes dar negativo ahora y, en dos semanas, dar positivo. La excreción del virus es intermitente”, explicó el italiano Ascherio.

Al concoer la razón, puede ensayarse una medicina. Y hay algunos estudios en curso, dice es especialista. “Un ensayo que se está haciendo con células inmunitarias que matan al virus, células T citotóxicas específicas contra el virus de Epstein-Barr. Nosotros mismos intentamos hacer estudios con algún antiviral que tiene eficacia contra el virus, pero no tenemos una bala mágica, un fármaco que mate al virus de forma definitiva. Hay fármacos con actividad intermedia, que disminuyen la proliferación, pero no sabemos si será suficiente”, señaló. (DLH)