Cinco países latinoamericanos aspiran a presidir el BID

La economista Cecilia Todesca, actual secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de Argentina está entre los candidatos a presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). EFE

Organizaciones de la región consideran que quien lidere esta entidad debe responder de manera efectiva a las urgencias y desafíos ambientales y sociales actuales.

WASHINGTON. Cinco países latinoamericanos –México, Chile, Brasil, Argentina y Trinidad y Tobago– aspiran a que sus respectivos candidatos presidan el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sin que ninguno de ellos suene por ahora como favorito.

Aunque los países ya habían hecho públicos sus nombres en los últimos días, no fue hasta la noche del 11 de noviembre de 2022 cuando el BID los confirmó a través de un comunicado, unos minutos después de que haya expirado el plazo de presentación de candidaturas.

Son el economista brasileño Ilan Goldfajn, jefe del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI); Nicolás Eyzaguirre, exministro de Hacienda y de Educación de Chile; Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México (Banxico); la argentina Cecilia Todesca, que fue vicejefa de Gabinete y subgerente general de Relaciones Institucionales del Banco Central argentino y Gerard Johnson, por parte de Trinidad y Tobago.

Este 12 de noviembre, los candidatos se presentarán formalmente en una sesión a puerta cerrada ante la Asamblea de Gobernadores del banco, formada por los ministros de Hacienda o Economía y otras autoridades económicas de los 48 países miembros.

Y al próximo domingo 20 de noviembre serán estos quienes votarán, en secreto, quién es su candidato elegido para reemplazar a la hondureña Reina Irene Mejía, que ha ocupado la presidencia del BID en las últimas semanas, tras la destitución del estadounidense de origen cubano Mauricio Claver-Carone.

Este último perdió la confianza de la Asamblea después de que una investigación externa confirmara que mantuvo una relación amorosa con una subordinada, quien recibió varias subidas de sueldo.

El expresidente fue elegido en septiembre de 2020 y se convirtió en el primer no latinoamericano en ocupar el cargo. Lo hizo en medio de la polémica ya que el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, lo nominó poco antes de acabar su mandato.

Estados Unidos logró que Claver-Carone ganara entonces, tras obtener el apoyo de varios países latinoamericanos como Colombia, Brasil, Bolivia o Uruguay, después de que la región no lograra presentar un candidato que generara consenso.

En la votación que se celebrará el domingo 20, los países votan con distinta capacidad de voto. Estados Unidos tiene la mayor, un 30%; seguido de Argentina y Brasil, con un 11,3%, respectivamente; y México, con el 7,2%.

El ganador, que es elegido por un período de cinco años (y con posibilidad a una reelección), debe contar también con el respaldo de al menos 15 de los 28 países de la región.

El BID es la principal fuente de financiación para el desarrollo de América Latina y el Caribe y ofrece préstamos, donaciones y asistencia técnica a los países. Del total de 48 miembros, 26 de ellos son prestatarios.

Pedido de organizaciones civiles

Un total de 30 organizaciones de la sociedad civil de América enviaron una carta abierta al BID para solicitar, ante el proceso de elección de un nuevo presidente del grupo, que se aproveche la «oportunidad para designar a una persona preparada«.

«Esperamos que sea una persona preparada para liderar las transformaciones que hoy requiere la institución, así como responder de manera efectiva a las urgencias y desafíos ambientales y sociales en América Latina, propiciando operaciones, asistencias técnicas y programas que promuevan beneficios reales y sostenibles para la diversidad de los pueblos y comunidades», expusieron en la carta.

La visión de la persona que presida el BID debe estar comprometida, dijeron, con el desarrollo liderado por las comunidades, la igualdad y la equidad de género, así como con el cumplimiento de los derechos humanos y la respuesta a la crisis climática.

También se debe asegurar la transparencia y la rendición de cuentas del Banco.

Ante ello, consideraron que la persona elegida debe tener conocimiento y compromiso en torno a varios temas, como conocer la región latinoamericana y del Caribe, así como tener experiencia trabajando con sus instituciones y comunidades.

Asimismo, debe estar comprometido con los derechos humanos y el desarrollo sostenible, y priorizar el bienestar de las comunidades y su autonomía, así como la labor de los defensores de los derechos humanos.

Es imprescindible para las organizaciones firmantes que el elegido tenga experiencia sobre la sustentabilidad y la protección del ambiente, y que busque la reducción de la pobreza de manera justa.

«El Grupo BID debe ser un Banco abierto a la retroalimentación continua, dispuesto a construir a partir de la crítica constructiva de partes interesadas externas, en particular de sociedad civil y comunidades afectadas», añadieron.

Teniendo en cuenta los puntos solicitados, la carta indica que el BID debe garantizar una descripción clara del puesto y un proceso de selección transparente.

«Quien finalmente resulte designada/o como presidenta/e del Grupo BID tiene la oportunidad de encabezar un cambio hacia un Banco más fuerte, responsable, efectivo y sobre todo más cercano a los pueblos de la región», termina la misiva.

El texto está firmado por asociaciones como la Coalición para los Derechos Humanos en el Desarrollo, la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), Center for International Environmental Law (CIEL) y Greenpeace. EFE