América apuesta por la expansión de energías renovables

Infraestructura. El proyecto Hidroituango, ubicado sobre el río Cauca entre Ituango y Puerto Valdivia, en Colombia.
Infraestructura. El proyecto Hidroituango, ubicado sobre el río Cauca entre Ituango y Puerto Valdivia, en Colombia.

Leyes y compromisos demuestran que la región va hacia la transición energética, pero las promesas aún superan a los avances.

Redacción WASHINGTON

El uso de las energías renovables en América se debate aún entre la promesa y el desarrollo, aunque las leyes y compromisos aprobados en distintos países muestran una clara tendencia a apostar por su expansión.

Uno de los ejemplos más recientes -y de mayor envergadura- es la Ley de Reducción de la Inflación de EE.UU. que, pese a su nombre, se relaciona más con la transición energética que con la estabilidad de precios.

El proyecto, heredero del plan ‘Build Back Better’ («Reconstruir mejor») del presidente Joe Biden -aunque menos ambicioso-, supondrá la mayor inversión en energías renovables y medidas climáticas de la historia del país. “Y por mucho”, según afirma el presidente de la organización medioambiental Sierra Club, Ramón Cruz.

El plan prevé una inversión de $370.000 millones en financiación climática, la mayor parte dedicados a dar incentivos a la producción de energía limpia y la compra de vehículos eléctricos.

Industria naciente

En México, el 25% de la energía proviene de fuentes renovables, pero sus condiciones geográficas hacen que todavía tenga mucho potencial por explotar, indicó Paul Alejandro Sánchez, profesor del TEC de Monterrey.

El experto en energía explicó que el presidente Andrés Manuel López Obrador arrancó con una clara fijación por los modelos energéticos tradicionales y sigue apostando con fuerza por los combustibles fósiles.

Pero en el último tramo de su Administración ha realizado un viraje hacia las renovables con proyectos como el Plan Sonora, del que destaca la planta solar de Puerto Peñasco, que abarca 2.000 hectáreas de paneles solares.

En Brasil, unas 20 empresas, principalmente grandes petroleras, han solicitado las licencias para desarrollar 70 proyectos de construcción de parques eólicos en alta mar con capacidad para generar 170 gigavatios (GW) de energía.

Argentina apenas abasteció el 13% de su demanda energética en 2022 con fuentes renovables. Sin embargo, la cifra supone un gran incremento si se compara con el 2% que registraba en 2017 y el objetivo es llegar al 20% en 2025, según una ley aprobada en 2015 para incentivar las energías renovables.

En Colombia, la energía hidroeléctrica representa el 58,8% de la matriz energética y solo 200 MW provienen de otras fuentes renovables, como la energía eólica y la solar, lo que equivale al 1%. Ahí se apuesta por la construcción de 19 plantas solares este año y desarrollar el potencial de generación con biomasa.

Uruguay, a la vanguardia mundial

En Uruguay el 94% de la generación eléctrica se origina en fuentes renovables. El país es una anomalía positiva en la región y está a la vanguardia mundial: un informe oficial presentado en octubre pasado subraya que el laboratorio de ideas REN21 lo ubicó como el segundo país con mayor participación de este tipo de energías.

La clave: la descarbonización casi total de su red energética, que comenzó en 2010 y se logró gracias a una inversión público-privada de unos $8.000 millones. El país también avanza hacia la descarbonización del transporte y la industria y el desarrollo de una economía del hidrógeno verde.

La molécula, conocida como “el combustible del futuro”, es también una de las grandes apuestas de Chile, que quiere convertirse en un exportador mundial.

Para 2023, Chile quiere eliminar totalmente el uso del carbón.