Avícolas en la quiebra por la gripe aviar

Animales. El 18 de enero los avicultores ya hicieron un plantón para pedir ayuda inmediata al Gobierno.

Varias granjas avícolas se encuentran en la quiebra debido al brote de gripe aviar, dueños y administradores cuentan que su patrimonio se encuentra en riesgo, pues las deudas con los bancos y demás obligaciones están vencidas.

Testimonios

Evelin Pullutaxi junto a su familia es dueña de una granja avícola en Cotopaxi, ella tenía más 17 mil gallinas que fueron sacrificadas.

“Ha sido el negocio de mis padres por más de 15 años y como en varios lugares de Cotopaxi se tuvo que notificar al ente regulador, la mortalidad es alta y la pérdida es total, el tema económico y moral está devastado, porque se termina con lo que ha sido nuestra vida por varios años”, afirma.

Pullutaxi asegura que el mirar terminado el sacrificio familiar durante años resulta triste y desgastante. “Nosotros teníamos 17 mil 500 aves ya en producción, que estaban en lotes de 85 semanas, 40 semanas y 54 semanas, una pérdida solo en aves de 200 mil dólares” afirma.

 

EL DATO
Tungurahua, antes de la gripe aviar, representaba
el 40% del total de la producción nacional de huevos.

 

Deudas

A esta pérdida se suman las obligaciones bancarias que son parte de la inversión. “Sería bueno decir que nos quedamos en cero, pero tenemos deudas y lastimosamente ni la banca privada o pública nos pueden ayudar porque su trabajo es cobrar, hemos pedido reuniones con las autoridades y aún no se concreta nada”, asegura.

Esta avícola fue afectada a inicios de enero y a pesar de los acercamientos aún no existe una solución o ayuda. “Ha sido muy duro y traumático porque todo el trabajo de mis padres que durante 15 años no han descansando un solo día, pues este trabajo necesita el cuidado diario sin mirar fines de semana o feriados, y ahora en apenas unas horas se acabó todo”, cuenta.

 

TOME NOTA 
Desde el centro del país sale alrededor
del 65% de la producción avícola nacional.

 

 

Grandes pérdidas

Geovanny Villarroel es otro de los propietarios de avícolas afectadas por este brote, él tenía 250 mil aves que fueron contagiadas y tuvieron que ser sacrificadas. “Comenzaron a presentar los síntomas y se notificó sobre el problema y se procedió a cerrar la granja”, cuenta.

Villaroel afirma que se encuentra con deudas en bancos y proveedores que deben ser pagadas. “La situación es bastante crítica, nuestras deudas en total asciende a casi 1 millón de dólares, es complejo, la banca privada no espera, nos dieron unos meses de gracia, pero eventualmente tendremos que cumplir, nos quedamos sin nuestra única fuente de ingreso que era la producción de huevos”, asegura.

 

 

EL DATO
El primer brote de la enfermedad se detectó
en Cotopaxi el 5 de diciembre de 2022.

 

 

Como un intento para salvar su patrimonio y tener algún tipo de ingreso han optado por comprar huevos a otras granjas amigas y vender el producto, además, de vender las materias primas que tenían para el alimento de las aves.

“Con esto tratamos de poder sobrevivir y ver recursos para hacer la limpieza de los galpones para ver si en algún momento llega la ayuda para poder repoblar la granja”, comenta.


CIFRAS

200 MIL Familias ecuatorianas trabajaban directamente en este sector comercial antes del brote de la enfermedad

300 MIL Puestos de trabajo ofrecía la industria avícola antes del brote de influenza aviar.

 

 

 

Varios en la quiebra

David Rosero es el representante de la Asociación de avicultores de Cotaló, en Pelileo, él cuenta que la afectación de la gripe aviar en Tungurahua ha resultado en un perjuicio económico para los dueños de las granjas avícolas.

En el sector de Cotaló el temor de perderlo todo hizo que los avicultores vendieran sus aves antes de que se contagiaran, lo que significó un gran quebranto económico. “Empezaron a vender y se estima que fueron alrededor de 4 millones de animales”, asegura Rosero.

Ante esto, la producción en muchas granjas disminuyó e incluso desapareció, lo que ha puesto en aprietos económicos a quienes tienen obligaciones con instituciones financieras. “Muchos avicultores están complicados porque perdieron su trabajo, en lo que se ocupaban todos los días y lastimosamente con deudas que son impagables porque no hay de donde sacar el dinero”, afirma.

Rosero cuenta que muchos de los agremiados perdieron todo su capital y se encuentra en riesgo el patrimonio de varias familias que por años se dedicaron a la avicultura.

“Sabe bien que cuando hace un financiamiento atrás hay una garantía y estas son los bienes que están en riesgo de embargo, porque el avicultor no tiene más, perdió y lastimosamente tendrán que pagar sus bienes, tenemos gente quebrada, que no se va a poder activar”, asegura. (AV)