Las mujeres aún sufren la brecha laboral, en un país donde la pandemia dejó sin trabajo a muchos. En Quevedo, la situación no es diferente.
QUEVEDO. Históricamente las mujeres han sido quienes menos participación presentan en las cifras de empleo pleno, situación que se agudizó por la pandemia provocada por el Covid-19 desde el primer trimestre de 2020.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), seis de cada 10 personas que están en el desempleo en Ecuador, son mujeres.
Esta realidad obedece a que las féminas han perdido su empleo porque se desempeñan en sectores afectados por la pandemia, como servicios, alimentación, confección y comercio.
En el tercer trimestre de este 2021, según las estadísticas del INEC, 924 mil 551 mujeres tienen un empleo adecuado frente al 1,8 millones de hombres que cuentan con un trabajo formal.
Así, se menciona que la tasa de desempleo en las mujeres es del 6,5 %, mientras que el de los hombres del 4%.
En lo referente al empleo adecuado únicamente el 24.4% de las mujeres tienen uno, sin embargo, esta cifra sube al 35.6% en los hombres.
Situación local
Las cifras anteriores cifras presentadas son a escala nacional, pero en Los Ríos la situación no es diferente.
En Quevedo es común ver a personas solicitando empleo en diferentes puntos de la ciudad. Uno de los más concurridos es en el parque Rotario de la parroquia San Camilo.
Sin embargo, en dicho lugar se evidencia la inequidad de género en lo que tiene que ver búsqueda de trabajo, pues únicamente se ven hombres. Ellos ofrecen trabajos de carpintería, gafistería, ebanistería, entre otras labores.
En tanto, las mujeres tratan de buscar por otros medios que alguien les contrate. La quevedeña Mercedes Zambrano, por ejemplo, comenta que antes de la pandemia trabajaba en una tienda de ropa multinacional, pero que la situación la hizo quedarse sin empleo.
Indica que debió emprender para llevar dinero para el sustento a su hogar, pero que no fue suficiente, pues se dedicó a la venta de alimentos, lo cual no compensó a un sueldo fijo.
“Ahora estoy buscando empleos por todos los medios. He metido carpetas por todos lados, pero no hay trabajo; la situación es preocupante”, comenta.
Similar experiencia vive Cristina Guerra, quien indica que tras el tiempo de la pandemia únicamente ha tenido trabajos eventuales. El demás tiempo en el que ha estado desocupada, lo ha dedicado a vender productos de belleza. Considera que no le ha ido tan mal, pero que esto devela de mayor esfuerzo, pues depende de cuánto venda para generar ingresos.
Diferencias entre cifras
Se anota la brecha salarial como otro de los inconvenientes dentro del ámbito laboral de las mujeres.
Desde el INEC se dio a conocer que, hasta septiembre de este año, el ingreso promedio de un hombre con empleo fue de alrededor de 327 dólares y el de una mujer fue de más o menos 279 dólares.
Para la psicóloga Edith Villegas, estas cifras son preocupantes, ya que con la dependencia económica se abren espacios para que se generen otro tipo de problemas como la violencia, la que en muchos casos se calla pues es el hombre el proveedor del sustento de los hogares. (DLH)