Djokovic espera al lunes

NOVAK DJOKOVIC
PERSONAJE. Novak Djokovic, número uno en el ranking del tenis mundial.

Con la revocatoria de su visado, corre el riesgo de que se le prohíba la entrada por tres años a Australia.

EFE • Novak Djokovic aguarda retenido en un hotel de medio pelo el paso de las horas y la llegada de una solución que resuelva su situación, su eventual vuelta a Belgrado o su permanencia en Melbourne para disputar el Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada.

Con el reto de ganar su décimo trofeo en el Melbourne Park y elevar a veintiuno la cifra de grandes éxitos para erigirse en el mejor de la historia, Djokovic se engulle de mensajes de apoyo ante otros, más numerosos, que dan la razón a la jurisdicción oceánica. Da la sensación de que el número uno del mundo no tendrá una respuesta hasta el lunes, cuando un tribunal australiano decida sobre su deportación por incumplir las medidas contra la Covid.

Las autoridades fronterizas desestimaron la documentación presentada por el serbio y su equipo y le cancelaron el visado. Nole fue apartado, trasladado a una alcoba donde, desprovisto de sus pertenencias y custodiado por policías, mantuvo una larga conversación con los funcionarios antes de ser trasladado al hotel donde ha tenido que acomodarse y donde espera.

Los abogados del número uno del mundo ya han recurrido la decisión de las autoridades y el Tribunal del Circuito Federal ha fijado una vista para tomar una decisión en un sentido u otro el lunes. La situación se ha convertido en un tema diplomático, más allá de la presencia o no en un gran evento deportivo.

El tiempo juega en contra de Djokovic, que pretende iniciar la defensa del título de campeón en Australia. El torneo arranca el 17 de enero y el serbio ya cuenta con horas de menos de preparación.

Mientras el primer ministro australiano, Scott Morrison, subrayó que no hay casos especiales ni excepciones entre los viajeros que pretendan entrar en el país, Serbia cierra filas alrededor del mejor deportista de su historia.

“Todos tienen claro de qué se trata (…) Me temo que ese tipo de acoso político va a continuar porque no tienen otra forma de triunfar frente a él”, dijo el presidente serbio.

Su padre va más allá. Es una lucha por “la libertad del mundo”. “Esta es la lucha por la libertad del mundo, no es sólo la lucha por Novak, sino una lucha de todos”, clama Srdjan Djokovic. “Lucharemos por su libertad en la calle”, añadió tras comparar a Nole como el “Espartaco del mundo libre”.

La familia subraya que el tenista no ha violado ninguna ley ni norma de Australia. “Es el mayor escándalo deportivo diplomático de la historia” y asemeja a Novak con Jesucristo, a quien crucificaron”, y dijo que algunos intentan ahora “crucificar, humillar y echar de rodillas” al jugador.

El hermano del deportista, Djordje Djokovic, señaló que Novak no desea regresar hasta la decisión. El número uno del mundo nunca ha aclarado si se ha vacunado o no. Sostiene que contrajo la Covid hace seis meses, uno de los motivos por los que se puede solicitar una exención médica en Australia. Un permiso que le fue otorgado por Tenis Australia y el gobierno regional de Victoria, donde se juega el torneo, pese a las advertencias de las autoridades sanitarias australianas de que este tipo de permisos libres de cuarentenas serían rechazados.

El revuelo causado por esta medida ha podido provocar que las autoridades dieran marcha atrás y terminaran por cancelar el visado a Djokovic. Mientras, el mundo del tenis contempla estupefacto lo que ocurre alrededor del número uno. “Debemos fiarnos de la gente que sabe. No es bueno para nadie lo que está sucediendo. No manejo todos los detalles de lo acontecido, así que no puedo tener una opinión cimentada”, opinó Nadal.