Concluye la Semana Santa

RELIGIÓN
RELIGIÓN. Fieles se conmemoraron en la Iglesia San José para celebrar la Santa Misa.

Fueron días de espiritualidad y fortalecimiento de la fe por parte de los fieles.

Los últimos días de la Semana Santa fueron vividos con gran solemnidad y devoción por los fieles católicos en la Iglesia San José. La comunidad se unió en una serie de eventos litúrgicos que conmemoraron los momentos más significativos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.

El sábado 30 de marzo, desde tempranas horas, los creyentes se congregaron para participar en la Solemnidad de María, un momento de profunda reflexión sobre el papel de la Virgen María en la historia de la salvación. La jornada continuó con la Vigilia Pascual, una celebración que marcó el punto culminante de la Semana Santa, donde se proclamó la Resurrección de Jesús y se renovaron las promesas bautismales.

El domingo 31 de marzo, día de la Resurrección, la Iglesia San José fue testigo de una explosión de fe y alegría. Desde las primeras luces del alba, los fieles se congregaron para celebrar la Santa Misa en cuatro horarios: a las 07:00, 09:00, 11:00 y 19:00. Estas misas fueron momentos de jubilosa comunión, donde los creyentes renovaron su fe en el poder redentor de Jesús y su victoria sobre la muerte.

Fueron días de profunda espiritualidad, donde los fieles se fortalecieron en su fe y se sintieron acompañados por la presencia amorosa de Dios.

Martha García, una fiel creyente de Dios y devota de su palabra, fue una de las numerosas personas que asistieron a las misas celebradas por la Iglesia San José. Según indicó, ella siempre encuentra tiempo para acudir a la iglesia y expresar su gratitud por todas las bendiciones que ha recibido. Afirma que cada vez que ora por la salud y protección de ella y su familia, sus peticiones son respondidas de manera favorable por lo que la fe y la oración son parte fundamental de su vida diaria.

Para ella, la asistencia a las misas es un acto de devoción y gratitud hacia Dios, una oportunidad para renovar su fe y sentirse más cerca de su amor y protección divinos.(IC)