Comerciantes optimistas ante la demanda de sus productos

UNIFORMES
VENTAS. Vendedores de uniformes y calzado escolar tienen altas expectativas respecto a sus ventas.

Desde este fin de semana empezaron despuntar las ventas de los uniformes y calzado escolar.

Rafael Vicuña, con más de 40 años de experiencia en la bahía de calzado situada entre las calles Novena y June Guzmán, centro de Quevedo, ha notado un aumento en las ventas desde el pasado fin de semana. Atribuye este incremento a la recepción de la quincena y las utilidades por parte de algunos padres de familia, lo que ha impulsado la dinamización de la economía.

El comerciante destaca la presencia de ofertas tanto en calzado casual como formal y deportivo. Por ejemplo, un par de zapatos, en tallas que van desde la 32 hasta la 42, se vende entre 15 y 28 dólares, dependiendo de la calidad y el modelo. Además, por la compra de este par de calzado, los zapatos deportivos se incluyen de forma gratuita.

Señala que las ofertas y descuentos son una respuesta a la competencia existente en esta temporada, no solo con los mismos puestos de alquiler en la bahía, sino también con los vendedores ambulantes. Menciona que actualmente los vendedores, especialmente aquellos con menos experiencia, deben buscar activamente a los clientes, mientras que aquellos con más de 20 años en el negocio esperan a que sus clientes habituales los visiten año tras año.

Para esta temporada, Vicuña tiene grandes expectativas de ventas. A pesar de las pérdidas sufridas en los últimos tres años debido al confinamiento por la pandemia y las clases virtuales, cree que el 2024 será un año exitoso para todos los vendedores de artículos escolares. Esto se debe a la suposición de que las clases serán presenciales y los padres de familia tendrán que invertir en la vestimenta, mochilas y útiles escolares de sus hijos.

“Este año parece prometedor en términos de ventas, pero también debemos estar preparados para la competencia. Con la situación actual, el número de comerciantes ha aumentado considerablemente. En Quevedo, hay más de 2,500 comerciantes, y aproximadamente el 70 por ciento se dedica a la venta de artículos escolares en esta temporada. Por lo tanto, debemos ser competitivos y mantener nuestros precios, ya que el año pasado no fue favorable para nosotros”, expresó el comerciante.

Precio para todos

Beatriz Ponce compartió que este fin de semana comenzó a recibir clientes en su local ubicado en la tradicional bahía de zapatos de Quevedo, logrando vender entre 5 y 7 pares de calzado escolar. Destacó que la mayoría de las ventas se realizaron aprovechando las rebajas y promociones.

Sin embargo, señaló que las ventas actuales no se comparan con las que solía tener hace cuatro años, antes de la pandemia. En aquel entonces, ya habría vendido más de 50 pares de zapatos a estas alturas del año.

“Aunque las ventas no han despegado como esperábamos, confiamos en que a partir del 20 de este mes aumente la afluencia de clientes. Tenemos expectativas positivas de ventas y confiamos en que Dios nos ayudará”, expresó la mujer.

En contraste, Carlos Zambrano, quien se dedica a la venta ambulante de mochilas, menciona que las personas están adquiriendo los accesorios, pero siempre buscan las opciones más económicas. Por ejemplo, detalló que las mochilas más caras que él vende alcanzan los $20, mientras que en las tiendas pueden encontrarse mochilas de marca por hasta $100, las cuales también son adquiridas en muchas ocasiones.

“Mis productos son de buena calidad y no tan costosos. Hay que tener en cuenta la economía de los padres, ya que algunos tienen entre 2 y 4 hijos, y todos necesitan útiles escolares. Por eso, ofrezco opciones para todos los gustos y bolsillos”, expresó Zambrano.

Marcia Anzoategui, costurera de profesión y dueña de un negocio de venta de uniformes escolares en la bahía Timoteo Quevedo, detalló que este año los uniformes de parada completa se venden entre $15 y $23, mientras que los deportivos o de educación física no superan los $18.

“Las ventas van más o menos, pero desde este fin de semana empezaron a llegar los compradores. El precio varía según la talla y la calidad de la tela en los uniformes. Hay bolsillos que son bordados y otros estampados, eso también cambia entre $1 y $1.50 centavos, según lo que el cliente prefiera”, destacó la artesana.

Hacen sus presupuestos

Gabriel Sánchez, padre de dos estudiantes, fue uno de los que aprovechó los descuentos el fin de semana. Compró dos pares de calzados formales para sus hijos de 15 años y 7 años. Entre los dos pares, gastó $53 y le regalaron los zapatos deportivos.

“No son de tan buena calidad, pero cuidándolos pueden durar todo el año. Hay que ajustarse al presupuesto disponible. Entre los dos uniformes completos y los de educación física, ya he gastado casi $120, y todavía faltan las mochilas y útiles escolares. En este caso, mi esposa también trabaja y nos apoyamos mutuamente como pareja. Para padres o madres solteros, es más difícil, porque aunque los precios no son tan elevados, aun así se gasta entre $80 y $100 por estudiante solo en calzado y uniformes”, describió el padre de familia. (LL)