Destaca que estas fechas son la oportunidad idónea para que las familias abran su corazón a Cristo.
La Navidad es una fiesta religiosa en la que los cristianos celebran el nacimiento de Jesús, mediante una mezcla de tradiciones provenientes de distintos orígenes sociales y culturales.
William Rolando Arteaga, párroco y rector de la parroquia El Sagrario, comenta que todos los años, en el mes de diciembre, la Iglesia recuerda y actualiza en la vida de cada cristiano el nacimiento de Dios hecho hombre en Belén. Para contemplar la ternura del Ser Supremo, muchas familias adornan sus viviendas con artículos navideños, además, elaboran pesebres que representan un momento histórico en la humanidad.
Explica que los villancicos y el árbol ayudan a recordar la presencia de Dios, mientras que las luces permiten disipar las tinieblas del pecado y del error. La estrella, que se ubica en la parte superior del árbol, representa el firmamento eterno donde reside la Divinidad y la fe que debe guiar la vida del cristiano, recordando así a la estrella de Belén que iluminó el camino de los Reyes Magos. Las campanas, que cuelgan de puertas, ventanas o ramas del árbol, simbolizan el aviso al pueblo del nacimiento del niño Jesús. Las esferas de colores, desarrolladas por los sopladores de vidrio de Bohemia del siglo XVIII, representan la abundancia y los dones de Dios a los hombres. Finalmente, las velas simbolizan la purificación y sus llamas se entienden como la representación de Cristo, la luz del mundo.
Para este año, Arteaga recomienda que la Navidad se viva con mucha fe y oración, debido a que la pandemia de la covid-19 aún no termina. Asimismo, invita a la ciudadanía a que celebre estas fechas en reuniones pequeñas, con el fin de prevenir nuevos contagios.
Época para abrir nuestro corazón a Cristo
Menciona que socialmente la Navidad se festeja con cenas, canastas llenas de víveres, intercambio de regalos, entre otros detalles, sin embargo, considera que es importante no olvidarse de Dios, ya que en diciembre se recuerda la llegada de Cristo al mundo: “el hecho de darnos un regalo entre nosotros es el resultado de este acontecimiento, porque recordamos la natividad de Jesús. En esta época no se le debe dar mayor relevancia a lo material, sino que tenemos que pensar en abrir nuestro corazón a Cristo. Asimismo, antes de comer es importante rezar, pedir la bendición de los alimentos y agradecerle a Dios por su presencia entre la humanidad”, destaca.
A su criterio, la ciudadanía lojana es muy católica y creyente de la Virgen del Cisne, por lo que la mejor manera de festejar la Navidad es contemplando a Dios hecho hombre en el pesebre: “ese contemplar no solo es ver una imagen infante de Jesús, sino que debemos encontrarnos con Dios, porque él tiene el poder de hacer cosas maravillosas por las personas. Hoy más que nunca, las familias deben mirar el ejemplo de Jesús, José y María, para seguir sus pasos y modelo de vida, y así convertirnos en mejores cristianos”, concluye.
TOME NOTA La Navidad es la celebración religiosa más importante del mundo. EL DATO En 1605 se decoró el primer árbol de Navidad. Este hecho tuvo lugar en Alemania.