Desde inicios del mes de julio, varios niños, después de salir de vacaciones, se han dedicado a actividades comerciales en los principales mercados y plazas de la ciudad. Varios infantes reemplazaron los cursos vacacionales por las ventas y la informalidad.
Situación
En las ferias libres de la Tebaida, Las Pitas, al igual que en las inmediaciones del Puerto Seco Comercial y en los exteriores de los mercados municipales de la ciudad, se observan más menores de edad realizando actividades comerciales. Incluso hay extranjeros que ayudan a sus padres a solicitar dinero para subsistir, principalmente provenientes de Venezuela.
Nancy Uchuari, comerciante, manifestó que en estas vacaciones no tiene donde dejar a sus hijos pequeños y los lleva al mercado para que permanezcan allí, en ocasiones le ayudan a vender, aunque todavía no reconocen el dinero y cómo entregar los vueltos. “En lo que me ayudan es a poner las frutas en fundas y en ocasiones a cuidar el local, cuando salgo a almorzar o llevar más mercadería”, dijo.
Necesidad
Angelita M., oriunda de la parroquia San Lucas, en cambio, durante tres días a la semana viaja junto a su madre, desde su lugar natal, a vender granos verdes. Ella ofrece choclo, fréjol y arveja en un recipiente pequeño para no cansarse mucho. Cursa el sexto año y a sus 10 años ya ayuda llevando dinero a la casa. Según la niña, solo sale a Loja en vacaciones, porque tiene que ayudar a su madre, que es comerciante desde hace algunos años.
Situaciones como estas se ven a diario en las calles y mercados en esta época de vacaciones. “Nosotros no sabemos de cursos vacacionales, nuestros hijos en vacaciones descansan de sus estudios y nos ayudan en los quehaceres de la casa, nuestro bolsillo no da para llevar una vida como otros que cuentan con recursos y aprovechan para inscribir a sus hijos en refuerzos en estas fechas”, recalcó Uchuari.
EL DATO
Los niños del sector rural no van a cursos vacacionales, ayudan a sus padres en vacaciones.