Las interrupciones, resultado del estiaje y la falta de atención al sistema eléctrico, amenazan la vitalidad económica de la región.
La imposición de cortes de energía en varias provincias ecuatorianas, Loja, Zamora Chinchipe y Gualaquiza (Morona Santiago) que inicialmente no estaban contempladas para racionamientos, ha desatado inquietudes entre los sectores comerciales e industriales. La medida, adoptada por el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) desde el 15 de diciembre debido al estiaje que afecta al país, ha llevado a líderes empresariales a expresar su preocupación por las consecuencias negativas que esto puede tener.
Afectaciones
Diego Lara, presidente de la Cámara de Industrias de Loja, indicó que las desconexiones impactan no solo en la producción, sino también en el turismo y otros negocios. “Sabemos que esto se generó por una ineficiencia del Estado en el sector energético. Por las gestiones realizadas, en su momento Loja se libró de estos cortes por algunas semanas. Es duro porque diciembre es un mes dinámico y de gran volumen comercial”.
Aseguró que algunos sectores no podrán recuperarse de las pérdidas, especialmente en la producción y ventas. Las cadenas productivas, que operan por lotes, se ven gravemente afectadas por cortes de energía en un lapso de dos horas. Además, la falta de autogeneración en la pequeña industria agrava el problema. «No todas las industrias tienen autogeneración por energía térmica en sus plantas, como sí lo hacen las industrias grandes que elevan sus costos, mientras que la pequeña industria no está en capacidad de efectuar estas acciones«.
Lara tiene planeado reunirse con administradores de CENACE en Quito para comprender mejor la situación del sistema eléctrico nacional. Advierte sobre la posibilidad de que los cortes se extiendan hasta febrero, lo que tendría consecuencias graves para el sector comercial y productivo. En los siguientes días se realizarán evaluaciones con el objetivo de visualizar el impacto de esta problemática.
Incremento
El presidente de la Cámara de Industrias explicó que cualquier aumento en la duración de los cortes, de dos a tres o cinco horas, representaría hasta el 60% de las horas hábiles, paralizando significativamente las actividades económicas. “El panorama sería tan grave como las paralizaciones que vivimos por la pandemia”.
Julio Luna, presidente de la Cámara de Comercio de Loja, se sumó a las preocupaciones y destacó que un aumento de horas sin electricidad los afectaría considerablemente. “Varios sectores necesitan de la luz eléctrica para desarrollar sus responsabilidades, si con estos racionamientos anunciados son dos horas perdidas, a esto sumarle más tiempo desencadenaría en pérdidas en un mes.
Enfatizó que la extensión de horarios de atención podría ser una solución para tratar de recuperar en algo las afecciones generadas por los cortes de luz. “Tengamos en cuenta que implica tener apoyo de la Policía para poder realizar extensiones en los horarios de atención. Es difícil, tomando en consideración el alto trabajo que tienen los uniformados en estas fechas, esperamos que la situación pueda ir mejorando y las lluvias se hagan presentes para salir de esta emergencia energética”.