Rubén Blades: Hay que tener cuidado con reemplazar la imaginación por la tecnología

Rubén Blades: Hay que tener cuidado con reemplazar la imaginación por la tecnología
ARTISTA. Rubén Blades en el festival Cruïlla.

“¿Qué hubiese pasado si yo hubiese tenido acceso a todas esas herramientas?” es una de las muchas preguntas que desliza Rubén Blades cuando habla de los nuevos sonidos de la música latina que lideran Bad Bunny o Bizarrap, producidos en buena medida con “samplers” o por ordenador.

“Hasta los Beatles se hubiesen aprovechado de esas herramientas”, afirma el poeta de la salsa en una entrevista con EFE con motivo de su próxima participación en el Cook Music Festival de Tenerife.

De hecho, recuerda cómo él mismo, ya en los setenta, grabó una noche el sonido del viento saliendo de una rejilla del metro de Nueva York golpeando contra una escultura en la calle 46, y cómo lo introdujo en la apertura de “GDBD”, un “cuento corto” sobre gente que despierta de la dictadura.

Sin embargo, Rubén Blades ve cierto peligro en que la tecnología acabe reemplazando a la imaginación. “Lo que sí creo es que con cada generación se va perdiendo la capacidad de la imaginación en la medida en que aumenta la capacidad de la tecnología”, señala Blades, de 74 años, que llama a tener “cuidado” con este asunto.

De Blades a René, de René a Bad Bunny

Preguntado por si percibe a la nueva hornada de músicos latinos como algo más hedonista y carente en gran medida de temas que aborden cuestiones sociales o políticas, Blades se muestra cauteloso y apunta que cada generación debe ser libre a la hora de presentar su visión de lo que necesita “para divertirse e informar”.

En cualquier caso, indica que se sigue haciendo buena música latina con contenido social, como la que realiza “un fuera de serie” como René Pérez, Residente, que en su opinión ha ejercido una gran influencia en Bad Bunny en temas como “El apagón”.

“Si Bad Bunny no hubiese sido conocido por sus canciones hedonistas no hubiera podido concienciar a tanta gente que no está envuelta en política con canciones como ‘El apagón’”, insiste Blades.

Aún así, opina que “no toda la música tiene que ser de escape” y asegura que sigue habiendo espacio “para el argumento político, solidario y social”.

“Cada generación al final es la que va a determinar qué es lo que quiere y cómo se quiere expresar. Y yo en eso no me meto”, concluye.

Rubén Blades: Hay que tener cuidado con reemplazar la imaginación por la tecnología
MÚSICA. Bad Bunny, artista de música latina.

Volver al Barrio

En cuanto a su motivación para seguir tocando en directo tras más de dos tercios de su vida sobre el escenario, lo tiene claro: “Me divierto mucho. No estoy en Panamá a tiempo completo, pero cuando estoy con la banda siento que estoy allí, en el barrio, con mis amigos”.

Añade, además, que también supone una ayuda económica para él y la banda, y que es asimismo un reencuentro con el público, “que cada vez es diferente”.

“Es un trabajo que me gusta y en el que creo. Si yo no creyera en las letras sería un suplicio tener que decir cosas que no siento y que no considero importantes. Cada audiencia nueva me hace reivindicar, a través de su reacción, que fue una buena decisión terminar siendo músico en vez de abogado”, dice Rubén Blades, que es graduado en Derecho por la Universidad de Harvard.

En Panamá, tiempo para los jóvenes

Preguntado por su decisión de no concurrir a presidir su país en las elecciones de 2024, Blades asegura que ayudará en todo lo que pueda a que pueda a formar un bloque independiente “interesado en crear una alternativa a la corrupción y mediocridad que existe”, al que ayudará con ideas y propuestas.

Blades enlaza la situación de Panamá con la de América Latina, a la que ve “bien” porque las inestabilidades que experimenta por ejemplo Perú, o las dificultades de la izquierda chilena de Gabriel Boric durante el proceso constituyente o de Gustavo Petro en Colombia “forman parte de un proceso”.

“Lo que mí me preocuparía es que no estuviera ocurriendo nada”, incide el cantante, que lamenta la deriva de Daniel Ortega en Nicaragua, “un tipo al que todos admiramos y que ahora anda quitando nacionalidades a gente que no está de acuerdo con él”, o Nicolás Maduro en Venezuela. EFE