Esta repercute directamente en el comportamiento temporal o permanente de nuestras mascotas. ¿Qué hacer?
Después de las restricciones por la pandemia de la covid-19, muchas ciudades alistan los preparativos para cerrar el 2021. Como parte de las celebraciones para recibir el Año Nuevo, la mayoría de las personas utilizan pirotecnia, una técnica que consiste en el uso de dispositivos explosivos que generan flamas y chispas de colores al entrar en combustión. En nuestro país, durante los últimos minutos de cada 31 de diciembre, se queman monigotes en las calles para despedir el año, una tradición que se acompaña con juegos artificiales, petardos, cohetes. Pese a que esta legendaria práctica llama la atención por su colorido espectáculo de luces y sonidos, no todos disfrutan de ella. Los animales que conforman la fauna urbana como perros, gatos, aves, entre otros, sufren las peores consecuencias del uso de estos artefactos. Expertos aseguran que el ruido de la pirotecnia puede afectar entre un 30 % a un 40 % a los perros, pues les causa repercusiones psíquicas o físicas.
La ansiedad y el sufrimiento en los animales es una preocupación que cada vez se hace más visible, por ello, existen diversas campañas de concientización que intenta contrarrestar estos efectos negativos.
¿Qué afecciones origina en los animales?
La pirotecnia repercute directamente en el comportamiento temporal o permanente de nuestros amigos de cuatro patas, generando consecuencias serias como la alteración parcial o total del sentido auditivo e incluso la muerte.
En los cachorros puede marcar su personalidad, mientras que en adultos el miedo y estrés les provoca ansiedad y agobio, por lo que tienden a esconderse o a escapar de casa, lo que deriva en pérdidas o atropellos.
¿Cómo reconocer que mi mascota está asustada por la pirotecnia?
Como resultado del miedo y estrés, los principales indicios son: salivación excesiva, ansiedad, taquicardia, hiperventilación, vocalizaciones (llanto), micción (orinar) y defecación en lugares indebidos y trastornos gastrointestinales.
Muchos perros y gatos presentan otros comportamientos extraños como, por ejemplo: pierden el apetito, rasguñan el piso, las paredes o muebles, se asustan ante cualquier movimiento, además, pueden volverse agresivos o tímidos.
¿Qué podemos hacer ante los juegos pirotécnicos?
Lo más aconsejable es alejar del ruido a las mascotas. En caso de no poder hacer esto, con anticipación se debe destinar un espacio cerrado para mantenerlos seguros y evitar que se escapen por el miedo. Otra alternativa que dan los especialistas es el método Tellington (método experimental), que consiste en envolverle el cuerpo del perro con una tela simulando un abrazo.
Antes de que llegue la media noche, es recomendable invitarlos a jugar y colocar música calmada. Cada año para Navidad y Fin de Año, el canal National Geographic transmite sonidos e imágenes relajantes que les ayudan a superar este complicado momento.
En ninguna circunstancia se debe mantener las mascotas amarradas, ya que con ello aumentará el nivel de estrés y angustia, y puede generar daño físico al tratar de escapar. Tampoco es recomendable administrar ningún tipo de fármaco relajante, tranquilizante o sedante, o alcaloides naturales como la pasiflora sin supervisión médico-veterinaria, pues pueden tener efectos adversos, provocando comportamientos indeseados, daños cardíacos e incluso la muerte.
Otros consejos:
- Rechaza la pirotecnia tradicional y utiliza otras alternativas como la pirotecnia fría.
- Mantén las medidas de seguridad necesarias para evitar que los perros y gatos se escapen.
- Identifica correctamente a los animales de compañía por si llegasen a escapar: colócales un collar con placa que incluya su nombre y los datos del propietario.
- No los regañes y levánteles con precaución si tienen miedo.
- El día de la pirotecnia, se recomienda dar un paseo más largo de lo habitual con el perrito, de esta forma volverá a casa más cansado y relajado, lo que ayudará a bajar la ansiedad a la hora de los fuegos artificiales.
- Si se pone muy nervioso y está asustado, procura no hacerle excesivo caso, para que vea que no pasa nada. Aunque parezca contradictorio, si le acaricias, lo coges en brazos y le hablas con tono suave para calmarle, estarás confirmando sus temores y su actitud.
TOME NOTA El fuerte ruido de los fuegos artificiales no solo afecta a los animales, sino también a las personas con autismo, niños y adultos mayores. EL DATO Las luces artificiales alteran la visión de las mascotas, principalmente de los gatos.