Los municipios deben tomar acciones que lleven a mejorar el ordenamiento territorial.
Al grado de vulnerabilidad de la provincia de Loja por su topografía, ubicación geográfica y condición limítrofe, se suman los asentamientos humanos que viven en construcciones inapropiadas que se vuelven un peligro inminente y ponen en riesgo la vida de esas personas.
Fabrizio Riofrío Toscano, coordinador de la zona siete del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias, dice que se deben fortalecer los planes de emergencia y ante todo que se revisen las normas de construcción y planes de ordenamiento territorial.
«Loja debe irse incorporando a los programas de ciudades resilientes y seguras. Vemos como el Municipio de Loja en convenio con GIZ, un organismo alemán, tiene un proyecto enlazado hacia ciudades seguras», sostiene Fabrizio Riofrío Toscano.
GIZ son las siglas en alemán de la Agencia de Cooperación Técnica (Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit) que se dedica al desarrollo de las capacidades en el mundo, entre ellas el medio ambiente, desarrollo rural, derechos civiles y otros.
Zonas vulnerables
Ricardo Maldonado Jiménez, jefe de la Unidad Municipal de Riesgos, indica que en la ciudad de Loja se considera a los espacios municipales: plazas, plazoletas y parques como puntos de encuentro cuando se presente algún fenómeno natural.
En la ciudad de Loja existen 11 zonas de alto riesgo y otras de similar número de muy alto riesgo. La mayor incidencia se registra al norte y el suelo de carácter arcilloso es el motivo que vuelve vulnerables a esas zonas de la localidad.
El coordinador de la zona siete del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias indica que no solamente el Municipio de Loja debe fortalecer en la comunidad una cultura de la seguridad sino los otros ayuntamientos de la provincia de Loja.
«La cultura de prevención y seguridad no sólo se fortalece desde el punto de vista estructural sino de la aplicación de la norma», dice Fabrizio Riofrío Toscano, quien indica que eso no se respeta como al dejar pasar por alto las edificaciones junto a ríos y quebradas.
Fallas no verificadas
En la localidad hay un sinnúmero de fallas geológicas que no han sido verificadas y se debe tener cuidado porque el suelo puede afectar las construcciones nuevas. Para planificar un crecimiento de Loja se debe examinar lo geológico y estructura del suelo.
«Las viviendas deben estar ubicadas en zonas legales que tengan los servicios básicos elementales», indica Riofrío Toscano, quién advierte que Ecuador es un país multiamenazas con una actividad volcánica, desbordamiento de ríos y sismos.
El funcionario recuerda que no deben existir construcciones que no estén 15 metros alejados de las quebradas y 30 de los ríos y son los municipios los que tienen las competencias de uso y ocupación del suelo y los reasentamientos deben ser prioritarios.
«Hemos tenido viviendas caídas o derrocadas por movimientos de suelos. Muchas veces se pretende construir en estos lados. Es menos costoso reasentar a la población antes que construir sin considerar el altísimo costo de vidas humanas», dice el coordinador.
Faltan servicios básicos
Fabrizio Riofrio Toscano cita que la falta de alcantarillado y agua potable en San Cayetano Alto y Bajo, parte alta de El Valle, vía antigua a Zamora, Zamora Huayco, Carigán, Motupe, Tierras Coloradas, Vía Occidental ayuda a acelerar los procesos del movimiento de suelo.
«No con esto quiero decir que son zonas que no se deben habitar. Cuidado con este tema (…). Los incendios forestales en 2018 se han presentado en indeterminada fechas como en diciembre en Gonzanamá y Paltas», dice el coordinador zonal.
Los eventos sísmicos, no muy percibidos, han llevado a que se produzcan movimientos de tierra en la provincia de Loja de ahí lo sucedido en la quebrada Las Pabas, en Calvas; en Celica, con sus ocho quebradas; y los incendios forestales en Paltas y Gonzanamá.
«La convivencia con la naturaleza nos debe dejar las normativas de ordenamiento, pero también de conciencia ciudadana. La seguridad no es de exclusividad de esta cartera de estado sino de los municipios», precisa el coordinador de Riesgos. (NAZ)
EL DATO
Desde el 3 de octubre de 2018, la Secretaría de Gestión de Riesgos cambió su nombre a Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias.