El temor al futuro puede llevar a un bloqueo mental generado por pensamientos catastróficos.
Una de las características de la especie humana es la predisposición que muestra al pensar a medio y largo plazo. Gracias a la capacidad de pensamiento abstracto, se da muy bien hipotetizar con un alto grado de detalle acerca de lo que podría ocurrir, dadas ciertas circunstancias. Esta característica, a menudo afecta a los adolescentes, especialmente aquellos que finalizan sus estudios secundarios o cursan esa etapa.
Gustavo Abad, psicólogo clínico, explicó a diario LA HORA cómo afecta este problema y qué postura se debe tomar para tratarlo.
“En nuestra actualidad hay un proceso de frustración en los adolescentes porque muchas veces no pueden ingresar a estudiar lo que les gusta y por ende el estrés en este grupo etario se ha triplicado. Para tomar esta decisión tan importante debe formarse un proceso en el que se vean inmiscuidos los adolescentes, las familias y unidades educativas”, manifestó el especialista.
¿Qué es el miedo al futuro como problema psicológico?
El miedo al futuro es una de las consecuencias naturales de nuestra habilidad de pensar a largo plazo y realizar predicciones. Esto es así porque la mente humana muestra una predisposición a rellenar vacíos de información, es decir, utilizar la información limitada de la que disponemos para luego procesarla y extraer conclusiones que queden por encima de lo que ignoramos, ocultándolo y aportándonos una sensación de que sabemos más de lo que realmente conocemos sobre la realidad. El miedo al futuro puede llegar a ser un obstáculo que bloquea e impide avanzar.
¿Qué factores influyen en la toma de decisiones en la adolescencia?
Un sinnúmero de factores como el nivel de autoestima, el autoconcepto, la automotivación, forma de ser, preferencias vocacionales o el pensamiento crítico.
¿Cómo deben actuar los padres?
Lo ideal es tener un diálogo fluido con los adolescentes, cuando ellos inician esta etapa naturalmente hay un cambio en su comportamiento, llegan a aislarse o refugiarse con sus amigos o pareja, es allí donde hay que prestar atención y en una conversación mantener como pieza clave la empatía, no minimizar sus pensamientos o emociones, asimismo, hay que prestarles atención, caso contrario se romperá el vínculo.
Otro aspecto fundamental, no vivir nuestra vida a través de los hijos, en reiteradas ocasiones se ha visto que padres obligan a sus hijos a estudiar lo que ellos no pudieron, eso está completamente mal. Debemos permitir que ellos elijan lo que los hace felices.
¿Qué rol debe desempeñar el centro educativo?
Primeramente, hace mucha falta cambiar el sistema educativo, hay que potenciar aquellas habilidades en las que los chicos son buenos y no imponerles que ciertas profesiones son mejores que otras y por ello debe estrictamente inclinarse hacia estas.
Con el sistema de Bachillerato General Unificado, muchos direccionan sus decisiones con base en este sistema, sin embargo, considero que sería más factible la especialización desde este nivel, ya que debemos comprender que las habilidades de los chicos son diferentes, unos son muy buenos para matemática y otros para el arte, esta situación puede reflejarse en adolescentes que no quieren continuar con la preparación académica.
¿Cómo actuar ante un ataque de ansiedad?
Las decisiones sobre el futuro y el constante miedo que se presenta, pueden generar cuadros de estrés y ansiedad bastante graves. Hay dos problemas de ansiedad muy comunes, el hábito compulsivo de comerse las uñas, conocido como onicofagia, y el bruxismo, un trastorno en el que rechinas, crujes o aprietas los dientes. En un cuadro de estos, lo que podemos hacer es intentar relajarnos y distraernos para aliviar las tensiones. Los ejercicios de respiración también son una parte fundamental, pero más allá de ello, hay que analizar de dónde vienen todos estos problemas.
EL DATO
La onicofagia no debe ser tratada como un castigo, porque agravaría el trastorno.
TOME NOTA
Los comentarios de presión hacia los adolescentes por el futuro pueden provocarles estrés y ansiedad graves.