Madre valiente: El orgullo y la angustia de tener un hijo policía

Madre valiente: El orgullo y la angustia de tener un hijo policía
ESFUERZO. Lucinda Cumandá, madre ejemplar y luchadora.

Una madre trabajadora y ejemplar, muy orgullosa de que su hijo forme parte de la Policía Nacional, entregando todo por la seguridad de los demás.

Es conmovedor ver a una madre orgullosa de su hijo convertido en policía, entregando todo para garantizar la seguridad de los demás. Lucinda Cumandá Flores Herrera, una madre trabajadora, inspiradora de fuerza y ​​voluntad, se enorgullece de su hijo Diego Peña, quien forma parte de las filas de la Policía Nacional. Ella acepta y apoya cada decisión que toma, y cada paso que da es motivo de orgullo por haber convertido sus habilidades en fortalezas.

Cumandá tuvo que despedir a su hijo con lágrimas en los ojos en la escuela de formación policial para que se convierta en un miembro ejemplar que dedica su vida a servir en la Policía Nacional. Cuando su hijo decidió seguir una carrera en la institución de formación de policías, Cumandá se llenó de temor al pensar en los peligros a los que se enfrentaría. Pero, al mismo tiempo, comprendió que era su sueño y que estaba dispuesto a hacer todo lo posible para cumplirlo.

A pesar de su preocupación constante, la madre también expresó su gratitud hacia su hijo y todos los policías que arriesgan sus vidas cada día para proteger a los ciudadanos. “Estoy muy orgullosa de mi hijo, a pesar de los riesgos, se dedican a hacer de nuestro mundo un lugar más seguro. Ellos son verdaderos héroes”, afirmó. El cadete Diego le dijo: “no se preocupe, estaré bien con su bendición, con esfuerzo saldré adelante sin ningún peligro ni temor. Gracias por ser mi compañera de risas, gracias por guiarme. Muchas gracias por haberme dado la vida y muchas gracias más por haberme formado con principios y valores”. Cada fin de semana, Diego expresaba su amor a través de palabras que pasarían por poemas para que su madre se sintiera mejor. En aquellos mensajes expresaba: “no puedes imaginar lo mucho que te echo de menos. Cada día que pasa t extraño, más tu presencia, tus abrazos, tus besos, tu cariño, tus consejos, me resulta tan difícil vivir lejos de ti, sin tu calor”, le decía.

Madre valiente: El orgullo y la angustia de tener un hijo policía
ORGULLO. Lucinda en la graduación de su hijo Diego.

Cuando salía ‘franco’, lo primero que hacía era visitar a su fiel compañera, su madre, para dedicarle tiempo, ya que ella es su pilar, su fortaleza para seguir formándose. Cuando llegaba el día de partir a la escuela de formación, ella con mucho cariño le hacía las tradicionales humitas lojanas. La madre ejemplifica el amor incondicional que siente una madre por su hijo, a pesar de los riesgos que implica su trabajo.

Por coincidencia del destino, la fecha de graduación fue el día de la madre, fascinado por ver a su ‘viejita’ como él solía decirle, su cuerpo estremecido, titubeaban de los nervios al ver aquella mujer que le dio la enseñanza y la sabiduría para seguir adelante a pesar de los baches que la vida le dio, con fervor exclamó: “aunque a veces te sientas vencida, veo en tus ojos que las batallas del día a día y de la vida nunca te han doblegado, Gracias mamita linda”.

Con el paso del tiempo llegó el día tan esperado para el cadete Diego Peña, familiares muy contentos por su logro, aún más Cumandá llenó de abrazos a su hijo de haber logrado con esfuerzo una meta más en su vida, ella no se podía imaginar que su ‘pequeñuelo’ se convirtió en todo un hombre, aquel niño que jugaba inocentemente a las canicas ahora forma parte de las filas de la Policía Nacional del Ecuador, y eso se debe al amor imperecedero de Lucinda Cumandá. Su historia nos recuerda la importancia de valorar y reconocer la labor de aquellos que se dedican a protegernos, y nos invita a ser más empáticos con aquellos que, como ella, viven en constante angustia por sus seres queridos.