Yesenia Acosta, especialista en Psiquiatría, ofrece información clave sobre la esquizofrenia y las medidas preventivas.
La esquizofrenia, una enfermedad mental crónica que afecta a lo largo de toda la vida, es un tema que ha suscitado interés y preocupación en la comunidad médica y científica. Yesenia Acosta, doctora en Medicina y cirugía, especialista en Psiquiatría y miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Trastorno Bipolar y la Sociedad Ecuatoriana de Psiquiatría Biológica, ofrece una visión esclarecedora sobre esta afección y cómo abordarla.
¿Qué es la esquizofrenia?
La esquizofrenia es una enfermedad mental crónica que afecta a las personas a lo largo de su vida, comenzando a menudo en la infancia o en la adolescencia. Esta enfermedad tiene una evolución prolongada que supera los dos años y, con el tiempo, lleva al deterioro de las capacidades cognitivas, sociales, comunicativas y laborales de quienes la padecen. En etapas avanzadas, la esquizofrenia puede resultar en discapacidad, convirtiéndose en una de las enfermedades mentales graves más significativas, aunque no la única.
¿Cuáles serían los factores de riesgo que puede contribuir al desarrollo de la esquizofrenia en personas mayores y en adultos?
La esquizofrenia es influenciada por múltiples factores de riesgo, incluyendo una predisposición genética. Cuanto más cercanos sean los familiares con esta condición, mayor es la probabilidad de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, no todas las personas con antecedentes familiares de esquizofrenia necesariamente la padecerán. Aproximadamente el 1% de la población, independientemente de género, estatus social o económico, está en riesgo de desarrollar esta enfermedad mental grave.
¿Cuál es la relación entre los factores genéticos y el consumo de sustancias, como la marihuana, en el desarrollo de la esquizofrenia?
La esquizofrenia tiene un componente hereditario, lo que significa que puede estar relacionada con ciertos genes. Sin embargo, tener un factor genético de riesgo no garantiza que alguien desarrolle la enfermedad. Puedes nacer con estos factores genéticos y no desarrollar la enfermedad, pero aun así, podrías transmitirlos a futuras generaciones. Además, se ha observado que el uso de sustancias como la marihuana puede despertar la expresión de los genes relacionados con la esquizofrenia. El consumo de marihuana es particularmente riesgoso para los adolescentes, ya que se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
¿Cuáles son los factores ambientales que pueden desencadenar trastornos psicóticos, como la esquizofrenia, en niños y adolescentes, y cuál es la relevancia de brindar un tratamiento adecuado en estos casos?
En genética, los genes relacionados con la esquizofrenia pueden permanecer inactivos, pero factores ambientales pueden activarlos y desencadenar la enfermedad. Los trastornos psicóticos, como la esquizofrenia, tienden a aumentar en niños y adolescentes debido a influencias ambientales. En una investigación en la provincia de Imbabura, se descubrió que alrededor del 10% de la población estudiada tenía síntomas de trastornos psicóticos, incluyendo la esquizofrenia. Muchos de ellos no recibían el tratamiento necesario ni atención en salud mental, lo que subraya la importancia de brindar atención adecuada a personas con enfermedades mentales graves.
¿Cómo difiere la evolución y el pronóstico de la esquizofrenia entre su inicio en edades tempranas y en edades más avanzadas?
Es cierto que cuando la esquizofrenia se manifiesta en edades tempranas, como la infancia y la adolescencia, su evolución puede ser mucho más dramática y cruel. Los pacientes que desarrollan esta enfermedad a una edad temprana a menudo enfrentan un pronóstico más desafiante, especialmente si no reciben tratamiento a tiempo. Por otro lado, cuando la enfermedad se manifiesta en edades más avanzadas, la evolución tiende a ser menos agresiva y más manejable.
La esquizofrenia generalmente se manifiesta antes de los 35 o 40 años y es raro que se desarrolle después de esa edad. Por lo tanto, es crucial realizar diagnósticos tempranos, especialmente si existen antecedentes familiares de la enfermedad. El tratamiento oportuno puede ayudar a prevenir el avance y el deterioro de la enfermedad, permitiendo que los pacientes se adapten a la sociedad, mitigando los síntomas y mejorando la calidad de vida tanto para el paciente como para su familia.
¿Cuáles son las medidas preventivas que pueden ayudar a reducir el riesgo de esquizofrenia en los adultos mayores?
Tratamiento temprano: Si hay antecedentes familiares de esquizofrenia, se debe considerar el tratamiento preventivo desde los primeros síntomas.
Prevención del consumo de sustancias: Evitar el consumo de sustancias psicoactivas, como la marihuana, que pueden desencadenar la enfermedad en individuos con predisposición genética.
Mejorar las condiciones psicosociales: Reducir la pobreza, el estrés y el sufrimiento en la sociedad para disminuir factores de riesgo.
Diagnóstico temprano: Detectar la enfermedad en sus primeras etapas y proporcionar un tratamiento adecuado.
Integración en la sociedad: Evitar que las personas con esquizofrenia se queden abandonadas y sin tratamiento. La sociedad y la familia deben asumir la responsabilidad de cuidar a los pacientes.