Cerca de 21 meses lleva cerrado el paso hacia Perú. El COE Cantonal de Macará exige su apertura.
La situación en la frontera sur cada vez se torna más difícil para los comerciantes y habitantes de la zona, tras permanecer cerrado el Puente Internacional de Macará por el lapso de 21 meses, desde que empezó la pandemia en el país. En la última sesión del COE Cantonal, las autoridades volvieron a pedir la reapertura del paso para el intercambio comercial de manera legal y evitar el contrabando que sigue campeando por pasos ilícitos.
Según la última resolución del COE Cantonal, publicada el 20 de diciembre de 2021, por tercera ocasión resolvió solicitar una vez más la reapertura del Puente Internacional de Macará de forma urgente e inmediata, con el ánimo de dinamizar la economía y reactivar el sector comercial de la zona. Asimismo, se comprometieron en ofrecer la colaboración necesaria para el estricto cumplimiento de las medidas de bioseguridad, utilizando los mismos lineamientos que sirvieron de base para la reapertura del Puente Internacional de Rumichaca.
Crisis macareña
Alfredo Suquilanda, alcalde del cantón, manifestó que no es la primera vez que el COE resuelve solicitar la reapertura, ya van más de tres veces que viene exigiendo, pero no tiene oídos de las autoridades del Gobierno. “No pedimos porque queremos beneficiar a nadie, sino porque han pasado 21 meses, se acercan los dos años que va a estar cerrado y los comerciantes ya no pueden más sostener el peso del cierre. Igual ocurre en el norte, allá se abrió el paso y es hora de abrirlo en el sur también”, dijo.
Indicó que no hay ninguna amenaza de contagios. Por ejemplo, la vacunación en Macará supera el 82.98 % de población inmunizada, mientras que, en el Perú, las primeras dosis avanzan en el 77 % y, en segundas dosis, en un 53 %. “Una vez más le pedimos al Gobierno que si se abre el puente, se podrá controlar el paso y desinfectar a las personas que viajan al vecino país y viceversa, no así ahora, donde hay el paso de mercadería por diferentes sitios del río Macará de manera clandestina y sin control sanitario ni comercial, poniendo en riesgo la salud de las personas”, relató.
Libre comercio
Las interrogantes, según el alcalde, son: ¿por qué a Macará le consideran como un pueblo de segunda clase?, ¿por qué Rumichaca sí se reabre y la frontera sur no?, cuando las dos zonas tienen el mismo valor comercial de intercambio de productos por ser frontera. Hizo énfasis en que la situación de Macará es grave, no hay trabajo, no existe comercio, y la mayoría de gente está saliendo por la falta de compromiso del Gobierno.
La lucha seguirá, según el Burgomestre, hasta que Macará sea declarado como una zona de libre comercio y los controles de Aduanas sean reubicados en El Almendral en Paltas y en Sabiango en Macará, pero con una oficina en el cantón para trámites de importación y exportación de mercadería.
Situación de la pandemia
Actualmente, en el cantón existen 15 personas contagiadas del COVID-19, un ciudadano fue referido al hospital de Loja con principios de trombosis por recibir la vacuna de Sinovac y, los 14, en cambio, están reposando en casa, su estado de salud es estable. El problema es que no están vacunados, hay barrios periféricos de gente que no ha decidido vacunarse, por ejemplo, ocho son de Canganomá Grande y cinco de La Victoria.
EL DATO La idea es controlar el paso y que las personas sean vigiladas para evitar el contrabando por pasos ilegales.
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