Molestos y cansados del mal estado de la vialidad rural, los moradores de la parte noroccidental piden la intervención inmediata de la vía El Cisne-Ambocas, debido a la presencia de huecos, hoyos y deslizamiento de tierra que impiden transitar por esta arteria vial.
Fulvio Bautista, integrante del Comité de Asfaltado de la vía Villonaco-Chuquiribamba, manifestó que el mal estado del tramo El Cisne-Ambocas los ha llevado a salir a exigir a las autoridades la intervención de este eje vial que actualmente está en el abandono. “Es una vía fundamental que une a dos pueblos noroccidentales de Loja con los de la parte alta de El Oro, como el caso de Ambocas y Salati. Yo he solicitado a las autoridades mediante oficio para que intervengan, pero las vías siguen intransitables”, dijo.
Indicó que la intervención no implicaría más de una semana de trabajo, porque no son más de 25 kilómetros que necesitan ser intervenidos con maquinaria pesada. Hay cunetas destruidas que ha llevado a que el agua corra por la arteria y dañe la mesa de la calzada.
Los últimos daños obedecen a las lluvias en el lugar y por el alto tráfico de volquetes, camiones y tráileres que trasladan material aurífero desde la Cordillera del Cóndor de Zamora Chinchipe con destino a los molinos de Portovelo. “Ellos han optado por ir desde Zamora-Loja-Catamayo-El Cisne-Ambocas, esto ha terminado con la vía, porque son volquetes de alto tonelaje”, reveló.
Para Bautista es urgente realizar una reunión con las autoridades de la parroquia El Cisne, Prefectura de Loja y la empresa minera que traslada sus materiales por allí, porque no puede ser que hagan uso de la arteria, la dañen y no contribuyan con el mejoramiento, alertó. “La competencia directa la tiene la Prefectura, hasta la fecha no ha llegado con el equipo caminero por la zona”, denunció.
El daño en la arteria ya lleva algunos meses, en este 2021 no ha sido intervenida, por lo que los huecos y fisuras cada vez se agravan más. Alrededor de 50 familias viven por estas zonas, pero la vía también es utilizada por los moradores del sector noroccidental y de los cantones de la provincia de Loja, al igual que de las parroquias de la parte alta de El Oro, es una vía que une a dos provincias. Desde 1940 ha habido la necesidad de una conectividad entre la Sierra y la Costa, finalizó.
EL DATO El trabajo en este sector no llevaría más de una semana con equipo caminero.
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