En la Independencia de Loja y fin de año, la ciudadanía se reunía en los barrios para organizar eventos.
Las fiestas populares nos hacen pensar en las tradiciones, en los pueblos y su historia. Al hablar de Loja, son muchas las anécdotas que se pueden contar y que sus pobladores recuerdan con gran ilusión.
En el tema de festividades, la evolución ha sido inminente. Jorge Castillo, de 64 años, asevera que las reuniones sociales en la ciudad castellana han cambiado durante los últimos años. Esto se debe a la nueva mentalidad de los jóvenes, lo que ha provocado la pérdida de costumbres, especialmente, las relacionadas con el entretenimiento. Considera que la creación de bares, discotecas y de más centros de diversión, han modificado drásticamente el panorama.
Festividades lojanas
Destaca que en la actualidad se realizan shows que no representan a los ecuatorianos, es decir, festivales de vallenato, electrónica, etc. A su criterio, estos géneros reciben más apoyo del público, lo que afecta a la industria nacional.
Los sanjuanitos, pasacalles, yaraví, vals y música de orquesta eran los ritmos que predominaban en las celebraciones lojanas. En las fiestas de Independencia y fin de año, la ciudadanía se reunía en los barrios para organizar estos eventos, llenos de algarabía y cultura. Jorge manifiesta que los festejos de aquel entonces eran mejores que los actuales, ya que la gente mantenía sus principios y raíces: “en mi época de juventud las cosas eran diferentes. Recuerdo que se hacían bailes en el sector La Tebaida, a la altura del Hospital del Día, por la radio Luz y Vida, entre otros lugares que acogían a propios y extraños”.
Por su parte, Mariana Vargas explica que cuando era señorita le gustaba ir con su grupo de amigos a las fiestas en la Catedral y San Francisco. Eran sus padres los encargados de establecer una hora de salida y llegada que debía ser respetada: “no asistí a muchas fiestas porque mis papás no siempre me daban permiso, sin embargo, en la actualidad me doy cuenta de que los chicos salen a bares y discotecas casi todos los fines de semana”, argumenta.
Además de las festividades, Jorge asegura que en la sociedad moderna existe libertinaje en los adolescentes, debido a que toman decisiones sin consentimiento de sus progenitores. A su parecer, esto provoca que las generaciones pierdan valores esenciales como el saludo, ética y empatía: “en mis tiempos las personas adultas mayores que viajaban en buses tenían el privilegio de movilizarse sentadas. Hoy en día, los jóvenes ya no brindan el asiento; es más, al momento de subirse al bus corren para tomar un puesto, sin importar que haya pasajeros de la tercera edad, u otros que lo requieran”, afirma.
Juegos tradicionales
El trompo, jebe (una liga de caucho usada como liga o sujetador para lanzar piedras), bolichas, el zapallo, la carretilla, pelea de caballos entre compañeros, yoyo y la rayuela, son algunos de los juegos tradicionales que eran practicados por los lojanos de antaño. Estos pasatiempos reunían a personas de diferentes sitios, quienes competían con la esperanza de ganar, y en algunas ocasiones, obtener un premio.
Jorge sostiene que los millennials y generación Z ya no practican estos juegos, debido a que utilizan las redes sociales como medio de entretenimiento, además, tienen a disposición una variedad de implementos tecnológicos que aportan distracción a través de una pantalla. En tal sentido, considera pertinente recuperar y fomentar estas costumbres en los centros educativos, con el fin de que no desaparezcan.
TOME NOTA En la Loja de antaño, cada barrio organizaba sus propias reuniones sociales. EL DATO En las fiestas populares, predominaba la música nacional como los sanjuanitos, pasacalles, yaraví.
