Redacción IBARRA
Vanessa Robles y Diana Toapanta realizaron una tesis cartográfica vinculada al turismo y hotelería. Su trabajo consistió en descubrir la gastronomía tradicional de la parroquia de Angochagua, sus lugares especiales y las actividades que pueden realizar quienes vayan a este lugar. Con una investigación que duró cerca de seis meses, ahora el documento universitario sirve para poder fomentar el desarrollo turístico en todo el sector.
Vanessa Robles indica que para conocer completamente las seis comunidades de la parroquia, se necesitan dos días y cerca de 80 dólares. Para que el viaje sea placentero, en el primer día se visitan las tres primeras comunidades, empezando en La Rinconada. Aquí se visitará el Museo de Malta Wasi Art. Aquí las personas podrán participar en la elaboración de objetos de arcilla.
“El lugar busca rescatar la cultura Caranqui mediante la alfarería, y los turistas pueden participar en la elaboración de vasijas de barro. Además, aquí se enseña las técnicas para la elaboración de chicha”, dice la joven universitaria. Y agrega que luego los turistas se dirigirán a la comunidad de Angochagua, donde se encuentra la plaza central y la iglesia.
“Los turistas pueden hacer senderismo hacia el mirador Muchanajo Rumi, donde se ve de forma panorámica toda la parroquia. Además aquí existe un columpio para recrearse y fotografiarse. Y después se avanza hacia La Magdalena. Aquí las personas pueden participar en la elaboración de pan en horno de leña y descansar en las cabañas comunitarias”.
Segundo día
En la siguiente parte del viaje, se visitarán las últimas comunidades de la parroquia. Se inicia en Zuleta, con el ordeño del ganado vacuno por parte de los turistas. Después hay un desayuno y la visita en la casa de los bordados, donde se explica como es el proceso de la elaboración de una blusa. En esta clase se verá desde el dibujo, hasta las técnicas y materiales que utilizan.
Después de estas actividades, las personas pueden conocer la Hacienda Zuleta. Aquí hay la posibilidad de realizar excursiones, paseo a caballo o en bicicleta, y apreciar la flora y fauna nativa de la localidad. En horas de la tarde, hay un recorrido por el Sendero de Cuscungo, que conecta la comunidad de Chilco y Cochas. El visitante podrá fotografiar el bosque de alisos, de pinos, y hongos comestibles. Además, observará una variedad de aves, lagunas estacionarias e ir al mirador Cerro San Francisco. (PTEG)