El turismo se reinventa en la zona rural para sobrevivir en pandemia

Geoparque. Alternativas turísticas en la zona rural de Imbabura para la distracción en tiempos de pandemia.
Geoparque. Alternativas turísticas en la zona rural de Imbabura para la distracción en tiempos de pandemia.

En Imbabura, el turismo rural ha ganado espacio, generando paquetes atractivos para pasar los fines de semana de confinamiento.

Redacción IMBABURA

El turismo rural es una alternativa en tiempos de  pandemia de Covid-19. El incremento de contagios y la saturación de hospitales dieron paso a un ajuste a las medidas de control sanitarias que restringen la libertad de movilización los fines de semana.

Esto puso a prueba la creatividad de los emprendedores turísticos imbabureños, en una de las provincias más favorecidas por sus paisajes. Tanto, que le valió el título de Geoparque Mundial de la Unesco, lo que la le vuelve más atractiva y la mantiene en vitrina como un paraíso turístico, destacándose por su patrimonio geológico, lo campestre y la aventura.

 Turismo comunitario

Las restricciones impuestas en Imbabura -una de las 16 provincias declaradas en emergencia por el COE Nacional- parecían significar un golpe más para el sector turístico que veía en los fines de semana una opción para recibir viajeros. Sin embargo, significó una oportunidad para fortalecerse y adaptarse a nuevas realidades, como explica Pedro Suárez, quien organiza paquetes en toda la provincia.

“La oferta se extendió, ya no solo a un día, sino a todo el fin de semana que las personas no pueden movilizarse. Esto, sin embargo, solo fue una oportunidad para quienes poseen infraestructura adecuada, pues permanecer solo en una habitación dos días no es una experiencia tentadora”, añade.

Según el área de Turismo, Artesanía y Cultura de la Prefectura de Imbabura, en estos tiempos se incrementó el interés de las organizaciones comunitarias y rurales, por lo que se puso en práctica un programa de incentivos a las iniciativas turísticas.

“Imbabura ofrece una buena oportunidad para poner en pausa las actividades diarias y el estrés que se genera. Pone a la orden hospedaje en zonas apartadas o estancias preparadas para el disfrute de la naturaleza, el aire puro y los paisajes que, en Imbabura, sin duda, es lo que más hay”, menciona Arturo Mier, jefe de Turismo, Artesanía y Cultura de la Prefectura.

Mier añade que el tipo de turismo que combina el esparcimiento del campo, la salud y la cercanía, como elementos importantes para el bienestar y distracción ante el aislamiento y distanciamiento físico que se ha puesto en práctica con motivo de la emergencia sanitaria, es el que ha podido fortalecerse.

“A medida que las autoridades van liberando ciertas actividades, lo primero que busca la gente es estar distante. Ahí, el turismo en áreas rurales muestra cierta comodidad, ya que los entornos con poca densidad de personas generan tranquilidad”, señala.

Ofertas para todo bolsillo

Comunidades rurales de Imbabura, como La Esperanza, Angochagua y San Pablo del Lago, mantienen ofertas y promociones desde $10 diarios, para acampar en sus instalaciones; hasta $200 en lugares son más exclusivos, con piscinas, parques acuáticos, entre otras actividades.

En La Magdalena, por ejemplo, las promociones para tres días y dos noches, por persona, incluyen hospedaje, tres comidas diarias y actividades recreativas, todo por $60 en cabañas de organizaciones comunitarias.

La información turística detallada de la provincia se la puede encontrar en el sitio web de Geoparque Imbabura.

Señalización en sitios de interés

Las autoridades turísticas locales plantearon alternativas de capacitación para que los sitios turísticos puedan contar con todas las medidas de bioseguridad, mientras se impulsó proyectos relacionados con las alternativas comunitarias.

Como parte de su labor se prepara la colocación de señalética de orientación turística en sitios claves que son visitados constantemente. La Prefectura de Imbabura también alista la ubicación de paneles en los lugares más representativos del Geoparque Mundial de la Unesco.

“Además continúa el proceso de capacitación a las comunidades y actores turísticos de las zonas en donde se encuentran estos representativos, para que se aproveche la ventaja de residir cerca, poniendo en práctica iniciativas de servicio y ofertas turísticas”, detallaron desde el área de Turismo, Artesanía y Cultura.

En Carchi también se activa el turismo rural

En la comunidad San Francisco de la Línea Roja – parroquia Fernández Salvador del cantón Montúfar- se promueve el turismo comunitario con la Asociación Ceja de Montaña, donde se levanta nueva infraestructura para recibir a los viajeros.

La asociación oferta a los turistas hospedaje, alimentación, caminatas al sendero Ceja de Montaña, visita a los huertos familiares, cabalgata, pesca deportiva, fogata, acampada, entre otras actividades.

Jimmy Macas, técnico de la Unidad de Patrimonio Municipal, explicó que en este sector se construye una cabaña para huéspedes, que contará con un área social ubicada en el núcleo central de la cabaña. Además, contará con un lobby distribuidor hacia las zonas privadas como habitaciones, baño y una pequeña sala de espera, cuya función es permitir que el visitante aprecie el paisaje natural, a través de un doble ingreso enmarcado por puertas de madera y vidrios.

Para Andrés Ponce López, alcalde de Montúfar, es esencial fortalecer el turismo comunitario y articular el trabajo con las asociaciones turísticas, para cautivar a los viajeros con la riqueza natural y gastronómica que posee el cantón.