Edificio patrimonial del ex Teodoro Gómez se entregaría en septiembre

Cambio. Imágenes del antes y después del edificio ubicado en el centro de Ibarra.
Cambio. Imágenes del antes y después del edificio ubicado en el centro de Ibarra.

La obra busca revivir una edificación de más de 100 años y que está en pleno centro de Ibarra.

Redacción IBARRA

El cambio en el edificio es evidente. Lo que hasta menos de dos años era un sitio abandonado, que de a poco se caía a pedazos, convertido en nido de palomas y urinario público, ahora luce como una edificación en renacimiento, conservando sus detalles patrimoniales.

Localizada en pleno centro de Ibarra, la casa patrimonial donde inició la historia de la centenaria unidad educativa Teodoro Gómez de la Torre, tuvo que esperar más de 35 años para volver a funcionar.

Este edificio fue declarado bien patrimonial por el Gobierno Nacional, en 1978, pero quedó en el abandono 10 años después. En 2017 comenzaron los estudios y en 2021 arrancó la reconstrucción en 2021.

Según Miguel Ángel De la Torre, residente de fiscalización del proyecto, hasta junio de 2023 se registra un 87% de avance de la primera etapa, por lo que se esperaría que hasta septiembre pueda terminarse al 100% y se entregue un centro cultural restaurado, recuperado y puesto en valor.

Por su parte, el alcalde Álvaro Castillo, tras un recorrido con el equipo técnico municipal de Obras Públicas y Patrimonio, comprometió los recursos necesarios para entregar una obra de calidad a la ciudad.

Reconstrucción

Desde la Alcaldía de Ibarra señalaron que el proyecto de rehabilitación tiene el propósito de preservar la memoria histórica de los ibarreños, además de la conservación del patrimonio y el fortalecimiento de la economía local y el turismo.

“Los avances contemplan la habilitación de una biblioteca de 810 metros cuadrados, distribuida en dos plantas, que permitirá una conexión interna con el resto de áreas diseñadas en la construcción, que a su vez estará conectada con el parque Pedro Moncayo, además de una cafetería. El patio se convertirá en un espacio de aprendizaje, integrador y lúdico para la repotenciación de las actividades artísticas culturales como: música, teatro, danza, etc. Y un área de restaurante”, especificaron.

Lleno de historia

De la Torre señaló que se han realizado importantes hallazgos en el proceso de restauración de las áreas patrimoniales, que van de la mano con la construcción de nuevos espacios, respetando la edificación original.

Entre ellos, dijo que, en pintura mural y fachada, se logró evidenciar una pintura mural de marmoleado en dos áreas, que data del siglo XIX, así como una pared construida totalmente de piedra y el piso de ladrillo pastelero hexagonal en el patio secundario.

“Si el Vaticano tiene la Capilla Sixtina, pues nosotros a nivel de Imbabura, en Ibarra, vamos a tener la Capilla Sixtina ibarreña también, con una gran cantidad de detalles paisajísticos y arquitectónicos que hemos encontrado, que lo estamos recuperando y poniendo en valor para la sociedad imbabureña y de todo el Ecuador”, explicó.

Una institución que cuenta la historia de Ibarra

El Teodoro Gómez de la Torre es uno de los planteles educativos más antiguos y prestigiosos del Ecuador, el cual se halla dentro del grupo de los colegios centenarios del país.

Según la historia, el 5 de abril de 1884 fue fundado el Colegio Nacional Teodoro Gómez de la Torre, con la participación de su patrono, el coronel Teodoro Gómez de la Torre, quien donó el espacio físico para su construcción, más 10 mil pesos en acciones del Banco de la Unión y tres títulos de crédito a cargo del Estado por 700 pesos cada uno.

Con este dinero, Mariano Acosta planificó y organizó los aspectos académicos y administrativos, para concluir en la construcción del edificio que se levanta frente al legendario parque Pedro Moncayo.

La primera piedra se colocó un 12 de junio de 1885, donde se levantaría ese monumento arquitectónico que ahora embellece el centro de Ibarra. Tres meses después el filántropo Teodoro Gómez de la Torre falleció, dejando su nombre grabado en la institución.

El colegio luego se trasladó a su actual sitio, en la avenida que lleva el nombre de su patrono.

En 2010 se contrató la colocación de una cubierta, proceso que se declaró fallido y que hizo que la infraestructura se deteriorara aún más.
La administración de Andrea Scacco, que terminó el 15 de mayo de 2023, aseguró que la obra se dejó en un 80%, a pesar de que se prometió terminarla antes del cambio de autoridades.