Redacción IBARRA
Hace 136 años se levantó el colegio Teodoro Gómez de la Torre, que por décadas acogió a decenas de jóvenes imbabureños, siendo desde sus inicios hasta la actualidad el de mayor alumnado en la provincia.
La primera edificación se levantó en el centro de Ibarra, en las calles Antonio José de Sucre y Juan José Flores. Esta fue declarada bien patrimonial, por el Gobierno Nacional, en 1978, pero quedó en el abandono 10 años después.
Desde hace casi 35 años el edificio ha contado con innumerables intentos por rehabilitarse, pues su ubicación central, tamaño y tradición lo convierten en uno de los bienes más representativos de la historia ibarreña, el cual se caía a pedazos ante la mirada de cientos de ciudadanos que transitan por sus alrededores diariamente.
Rehabilitación por fases
La inversión de $4’500.368 solo contempla una primera fase de rehabilitación, que se puso en marcha desde agosto de 2021 y tiene como fecha límite para terminar al mes de marzo de 2023.
Desde el Municipio de Ibarra se detalló que la primera etapa contempla la recuperación de cubiertas, fachadas, estructuras, pisos y patios, así como la totalidad del salón principal. La obra espera terminar tras una segunda etapa, alcanzando el presupuesto total de $7’903.000
Una historia que supera los 135 años
En 1884 fue fundado el colegio nacional Teodoro Gómez de la Torre, con la participación de su patrono, el coronel Teodoro Gómez, quien donó el espacio físico para su construcción, más un aporte económico.
Con esto, Mariano Acosta fue el encargado de planificar los espacios académicos y administrativos, levantando el edificio en 1985, justo en el parque central de Ibarra.
La historia educativa de la institución se inicia con 6 maestros y 41 estudiantes. En primera instancia, el nombre original fue colegio San Alfonso.
El uso definitivo que tendrá el edificio, una vez rehabilitado, aún está en debate, aunque la idea central es que sea un eje de fomento cultural, educativo y económico.