Tradiciones: Chigualos (Cantos de ascensión)

Las tradiciones Esmeraldeñas se conservan de generación en generación, una de las más impactantes son los chigualos ya que es el ritual funerario de un niño que acompañado de danza, música y familiares el pequeño ángel asciende al cielo.

Cuando un niño muere hasta los 9-10 años, se asignan «chigualos» a los padrinos. Los angelitos suelen ser personas que murieron a edades tempranas. Como el angelito también tiene que ayudar a sus padrinos a llegar al cielo, cuando fallece.

A los angelitos fallecidos se les suele llamar angelitos. Durante su velatorio, se les cantan nanas y chigualos acompañados de marimba, tambores, cununos, guazas y maracas. Las canciones de cuna también se utilizan para hacer dormir a los angelitos mientras están vivos y en un estado alegre.

La música es alegre porque se piensa que un ángel que alcanza la gloria es la razón de la alegría de la música. El canto de las mujeres lleva a bailar en ciertos momentos, con la madrina bailando con el ángel del brazo. Los ritmos musicales motivan a las mujeres a bailar, aunque el ángel puede estar acompañado por la madrina. Después de la medianoche, se realizan una serie de juegos que simbolizan tanto la situación de la pérdida de un hijo como la coincidencia con el funeral de 24 horas.

Se utiliza una caja blanca para transportar al ángel a la iglesia, donde se le entierra en una posición orientada al sol naciente o al pueblo. A diferencia de los adultos, que son enterrados con la cara hacia el sol.

Algunas mujeres intentan quedarse con la familia del «angelito» fallecido los días siguientes para mostrar su solidaridad con la madre y ayudarla a olvidar. La acompañan día y noche.(IA)