Recordando la historia

Autor: Fausto Jaramillo Y. | RS 79


Debo presentar un informe y necesito ayuda. ¿Quién sabe algo de la vida de las siguientes personas: Ramón Yépez, Vicente Calderón, Ramón Estupiñán y Flores, Víctor Manuel Lavayen, José Ferrer, Juan Manuel Muriel y Ramón Tello?

A ver, levante la mano la persona que haya escuchado algo sobre ellos, que los conozca, que me pueda dar información. Veo pocos, muy pocos, demasiado pocos. ¿Qué pasa? ¿No los conocen? ¿Jamás han oído hablar de ellos?

La culpa no es de nadie

La culpa no es únicamente de ustedes, ni del gobierno. La culpa la tenemos todos, nosotros como ecuatorianos y, por supuesto de quienes han gobernado nuestro país.

En la escuela, en el colegio, en los medios de comunicación solo hablamos del Ecuador y de su gente cuando hay catástrofes, cuando hay crisis, cuando nos ganan en el fútbol; esporádicamente, como la muestra que confirma la regla, aparece una noticia sobre alguien que se destaca en el deporte.

La historia se escribe en toda la geografía de un país

Nada nos dicen de nuestro pasado. Perdón, me equivoqué. Cuando hablan de nuestro pasado siempre se refieren a personajes y a actos de la gente de Quito, de Guayaquil, de Cuenca. Pero ¿y de otras ciudades? ¿Es que acaso, el Ecuador solo está conformado por esas ciudades? ¿Es que acaso no han ciudadanos en el campo?

Por supuesto que, las mencionadas, son las más grandes, las más importantes, pero no son las únicas. Existen más de 200 cantones y ¿no merecen una línea en los periódicos? ¿una página en los textos escolares? ¿un minuto en los principales canales de televisión? Es verdad, de vez en cuando si aparecen noticias de ellas, pero son tan ocasionales que se pierden en el océano infinito de las noticias provenientes de estas ciudades. ¡Qué el 9 de octubre merece un despliegue gigantesco de esfuerzos y de recursos, no hay quién lo niegue o se oponga! Loor a Guayaquil y a su gente. Loor a los próceres de esa fecha. Todos los ecuatorianos les debemos gratitud a José Joaquín Olmedo, a Villamil, a Antepara y a tantos otros.
Claro que todos los ecuatorianos debemos vanagloriarnos de los prohombres del 10 de agosto y del 24 de mayo, que sacrificaron sus vidas por legarnos esa libertad tan pisoteada por todos los herederos de aquellos. En nuestros días, con dolor vemos que ni siquiera nos acordamos de aquellos que un día, el 2 de agosto de 1810, son recordador. Nadie, absolutamente nadie, recordó esa matanza que pintó de sangre nuestra identidad.



La gesta libertaria es de todos
Pero la gesta libertaria no estuvo focalizada únicamente en esas ciudades y en esas fechas. La guerra de la independencia fue obra de todo un pueblo, de muchas ciudades, de muchas parroquias, de anejos y de caseríos, de bohíos y de suburbios, (como diríamos actualmente) Yépez, Calderón, Estupiñán y Flores, Lavayen, Ferrer, Muriel y Tello son héroes de la independencia de Esmeraldas que se consiguió el 5 de agosto de 1820, es decir, 2 meses antes de los próceres de Guayaquil lo lograran; 3 meses antes que Cuenca lo hiciera y 1 año 3 meses antes que Quito consolidara su independencia.

Estos y otros nombres y apellidos merecen ser conocidos y reconocidos, merecen constar en los libros de historia ECUATORIANA, y el ministerio de Educación, debería dedicar, al menos, 1 minuto de su tiempo a brindarnos información de la historia de todas las regiones de todo el país.

Ya va siendo hora de construir el Ecuador.
Fausto Jaramillo Y.