Seis familias de Rioverde se quedaron sin sus casas

DESTRUCCIÓN. Seis viviendas destruidas, lanchas muy afectadas y enseres dañados dejaron los oleajes en El Chamero y Peñas Blancas, en el cantón Rioverde.
DESTRUCCIÓN. Seis viviendas destruidas, lanchas muy afectadas y enseres dañados dejaron los oleajes en El Chamero y Peñas Blancas, en el cantón Rioverde.

“Nunca en mi vida había visto tan furioso al mar como en esta vez; eso fue terrible nadie esperaba eso”, dijo con gesto de pavor Calixto Trejo, a quien las intensas y fuertes olas del sábado pasado le destruyeron su vivienda de construcción de madera y otras cinco más mixtas que corrieron la misma suerte.

El oleaje golpeó con mayor fuerza a la zona costera de El Chamero y Peñas Blancas, jurisdicción del cantón Rioverde al norte de la provincia de Esmeraldas, a eso de las 02:00 del sábado pasado. Trejo, papá de seis hijos: uno de dos meses, otro de uno, 3, 4, 13 y 18 años, refirió que todos en casa estaban descansando pero despiertos, solo escuchaban el sonar de las olas.

Narró que cuando de pronto escuchan los gritos de los vecinos, es ahí que salen a ver que las olas ya les venía encima, por lo que abandonaron de prisa la casa y se pusieron a buen recaudo en la parte alta de El Chamero.

Casa desmantelada

Su casa quedó parada pero desmantelada, sin paredes, piso y sin techo. La cama, televisores, toldos, cocina y otros enseres del hogar estaban cerca de donde golpearon las olas, pero inservibles, unos y los demás se los llevaron las olas.

La embarcación del mencionado pescador y la de otros vecinos en las que salían a pescar para traer el sustento a sus hogares, unas se destruyeron, perdieron y otras quedaron partidas. Mientras qué, un motor fuera de borda que estaba en la plata baja de una casa, que también sufrió daños, se perdió cuando las olas golpearon esa zona costera.

También se perdieron las redes pesqueras. “Estamos asustados, porque nuestra casa a quedado al filo del mar y nuestras vidas peligran”, expresó el preocupado pescador, quien solicita a las autoridades del Municipio de Rioverde, se los reubique en una zona alta, donde existen unas lomas baldías.

Al ser consultado del por qué se ubicó en zona riesgo, refirió que su casa antes quedaba lejos del mar y el mar el que les ha ganando espacio en los últimos 25 años y que ahí antes era un cocal. Trejo junto a tres familias más están en hogares acogientes en la cabecera cantonal de Rioverde.

Esperan ayuda

“Queremos ayuda porque nos quedamos con las manos cruzadas y no sabemos qué hacer, sin casa y sin herramientas para trabajar”, renegó el ahora desempleado padre de familia, reclamando la presencia de las autoridades que hasta ayer no llegaban con ningún tipo de ayuda.

Ricardo Hurtado, de 63 años, con mucha preocupación manifestó que en esa margen costera serían unas 30 casas las que estarían corriendo el riesgo de ser arrasadas por los oleajes.

Gorety Jirón, de Gestión de Riesgo de la Municipio de Rioverde, refirió que el Cabildo rioverdeño canaliza la ayuda humanitaria ante el Servicio Nacional de Gestión de Riesgo y gestionan un proyecto de reubicación para los afectados.

Diario La Hora que estuvo en el lugar de las afectaciones, observó la presencia de personal del Ministerio de Salud Pública (MSP) Distrito de esa localidad, que llegó a esa zona con abatización, rociado con la termonebulizadora, entrega de toldos y la destrucción de criaderos de mosquito.

Gestión de Riesgo

recorre zona afectada

La mañana de ayer las autoridades de Gestión de Riesgo de Esmeraldas, junto a las del Municipio recorrieron El Chamero y Peñas Blancas, con la finalidad de cuantificar las pérdidas dejadas por los oleajes, que también azotaron fuertemente a las parroquias Mompiche, Tonchigüe y Súa, al sur de la provincia de Esmeraldas.