Franklin Francis, y su ‘cofre’ de los pasillos

APRECIO. Sencillez y amabilidad, son entre otras las cualidades de Franklin Francis Martínez.
APRECIO. Sencillez y amabilidad, son entre otras las cualidades de Franklin Francis Martínez.

Además de escritor, es poeta y cantante. Desde hace seis años se acogió a la jubilación como profesor.

Franklin Alfonso Francis Martínez sintió inmensa satisfacción cuando recibió una llamada de un funcionario de la Casa de La Cultura Ecuatoriana, matriz, Quito, quien le comunicó que el directorio de dicho organismo, había resuelto incluir su libro, en el catálogo de los escritores nacionales.

El libro en referencia titula, ‘Cofre del sentimiento ecuatoriano’, una recopilación de 10 de los mejores pasillos, con una narrativa de sus compositores, intérpretes y los motivos que inspiraron a los autores para escribirlos.

Franklin, de 76 años, maestro jubilado, nacido en la parroquia Maldonado del cantón Eloy Alfaro, en el norte de la provincia de Esmeraldas, es uno de los 36 hijos que engendró su padre, Sétomas Francis Arroyo.

A la vez que investigó durante año y medio la historia de los 10 pasillos que constan en su libro, también se dio tiempo para cantarlos, aprovechando que tiene una excelente voz. El disco con sus canciones tuvo gran acogida entre los amantes del pasillo en Esmeraldas.

Cuando usted dice que los autores de los pasillos, tuvieron motivos para hacerlo, ¿puede citar un ejemplo?

Con mucho gusto. La canción, Sendas distintas, fue obra del riobambeño, Jorge Araujo Chiriboga, quien vivía eternamente enamorado de la cantante guayaquileña, Carlota Jaramillo, pero ella no aceptaba la insinuación, hasta que finalmente consiguió su objetivo.

Pero ¿dónde está el motivo de la canción?

Chiriboga era mucho mayor que ella, le superaba en 24 años, entonces recurrió a sus cualidades de escritor, mientras que ella interpretaba las canciones.

¿Puede parafrasear parte de la melodía?

Una parte de la canción dice: ‘tu ni siquiera vives todavía y yo, ya de vivir tengo pereza’

Refiérase a otro pasillo que conste en su libro

Vicente Amador Flor, es el autor de rosales mustios, el nombre inicial de esta canción fue Laura, en honor a una mujer de la cual él estaba prendado, pero al final, no se hizo realidad su aspiración de casarse con ella. Entonces decidió escribir rosales mustios.

Aparte de los desengaños amorosos, ¿cuáles son las demás fuentes de inspiración?

Hechos de la vida real. En el caso del pasillo Rebeldía, su autor fue Ángel Leonidas Araujo, con la interpretación de Constantino Mendoza, lo escribió cuando le iban a amputar la pierna.

¿Cuáles son los 10 pasillos que contiene su obra?

Entre tantos hermosos pasillos, seleccioné a los siguientes: Rosales mustios, Corazón que no olvida, Lamparilla, Ángel de luz, Esposa, Romance de mi destino, Sendas distintas, Áreas íntimas, Sombras y Rebeldía.

¿Proyecta seguir con las investigaciones?

Mi idea es escribir un nuevo libro para incluir 20 pasillos más, pero tengo el limitante económico, no hay en las instituciones una política dirigida a fomentar y estimular a los escritores.

¿Quiénes le ayudaron para la publicación de su obra?

Únicamente la Casa de la Cultura, en la administración de la doctora María Luisa Gómez de la Torres Gómez de España, para quien expreso mis agradecimientos.

Su obra está dirigida las personas mayores, los jóvenes, con ciertas excepciones, no tienen idea de lo que es el pasillo.

Ese es un motivo de preocupación, por eso mi llamado para que se trabaje en la difusión de nuestra música, para que el pasillo realmente sea la música de ayer, hoy, mañana y siempre.

¿Pero qué se debe hacer en concreto para difundirlo?

Que en las escuelas y colegios se organicen concursos de la música nacional, hacer campañas de difusión en todos los planteles, en los hogares, en la sociedad en general.

Usted fue maestro, ¿cuál fue trayectoria en el magisterio ecuatoriano?

Me inicie como maestro en la escuela Simón Bolívar de Limones, cantón Eloy Alfaro, en el año 1967, laboré además en la Antonio Flores Jijón, de la Isla San Juan; trabajé en el recinto Taigüe; en la Francisco Campos de La Propicia, de allí pasé a la escuela del Instituto Moderno; en la Carmen Cuadro de Donoso y la Jacinto de Evia, en el Panecillo.

¿Desempeñó cargos administrativos en la Dirección de Educación?

Entre otros cargos, fui jefe de supervisores, subdirector de educación, jefe administrativo. En el campo clasista fui presidente de la Asociación de Supervisores.

¿Cuál es su formación profesional?

Mis estudios primarios los realicé en la escuela Pedro Vicente Maldonado de la parroquia del mismo nombre; los secundarios en el normal Luis Vargas Torres, donde me gradué como maestro; los universitarios en la universidad Luis Vargas Torres y en la Universidad estatal de Guayaquil.

¿Cuáles son los títulos obtenidos?

Soy licenciado en Historia y Geografía, ostento una maestría en Desarrollo Humano y Comunitario; una licenciatura en Supervisión y Administración Educativa y egresado en como doctor en Ciencias de la Educación.

Su esposa, ¿cómo se llama?

Es maestra jubilada, tenemos 50 años de casados, se llama Rosa Quinde Quiñónez.

¿Cuántos hijos procrearon?

Siete: Stalin Adalberto, Kedy Gilberto, Irma Leonilda, Freddy Ricardo, Franklin Xavier, Rosa Imelda, Nixon Vladimir y Franklin Rafael.