‘Frenen la contaminación de los ríos de Esmeraldas’

EFECTOS. La última descarga de abril de 2018, dejó miles de especies del río Esmeraldas muertas y se formaron islotes.
EFECTOS. La última descarga de abril de 2018, dejó miles de especies del río Esmeraldas muertas y se formaron islotes.

La Central Hidroeléctrica Manduriacu que trabaja desde el 2015, y que dos veces al año lanza sedimento al río Guayllabamba que desemboca al Blanco y al Esmeraldas, aumentó su nivel de afectación debido a que hasta su represa llegan desechos del río Intac que nace en Cotacachi.

El Intac tiene 21 esteros y atraviesa un sector donde se han concesionado 93.000 hectáreas para el proyecto Yurimagua, de explotación minera que está a cargo de tres empresas multinacionales. Los sedimentos generan un impacto ambiental negativo provocando creación de islotes y muerte de especies por la falta de oxígeno

Ese trabajo produce tóxicos que pasan a la Manduriacu que se une con los desechos orgánicos de las descargas sanitarias de los ríos San Pedro y Machángara, que luego son enviados al río Esmeraldas, lo cual es un gran perjuicio para varias poblaciones de la provincia.

Preocupación

El viceprefecto de Esmeraldas, Línder Altafuya se mostró preocupado por las próximas descargas que arrojará al río Guayllabamba desde la Hidroeléctrica Manduriacu, ya que desde la última, en abril de 2018, se dejaron graves daños ambientales.

Altafuya estuvo en la reunión convocada por el Consorcio de Gobiernos Provinciales del Ecuador, para tratar el tema, en principio en las mismas instalaciones de la Hidroeléctrica, pero que después se cambió a la comunidad ‘Cielo Verde’, de la parroquia García Moreno, del cantón Cotacachi de la provincia de Imbabura.

El Viceprefecto dijo estar contrariado porque no asistieron los prefectos de Pichincha, Gustavo Baroja, y de Imbabura Jorge Jurado, ni los representantes de la Corporación Eléctrica del Ecuador, ni del Ministerio del Ambiente; entes de que están donde se origina la contaminación y de control, respectivamente.

Queja presidencial

El Gobierno Provincial de Esmeraldas, que tiene la competencia en lo ambiental, a través de los funcionarios de Gestión Ambiental proponen a sus pares de la Manduriacu, hagan un manejo integral de las cuencas de los ríos para que el impacto sea menor, pero no se ha recibido respuesta todavía.

Gílber Nazareno, presidente del Gobierno Parroquial de Malimpia y Edison Molina, presidente de Chura, presentes en la reunión mostraron su inquietud y dijeron que seguirán luchando para que la Hidroeléctrica frene o controle su proceso de expulsión de sedimentos hacia donde haga menor impacto al medioambiente.

Colateralmente quienes conforman el Comité Cívico, le informarán al presidente, Lenín Moreno, de lo está sucediendo con los desechos que afectan al río Esmeraldas y a sus especies acuáticas.

No hubo comunicación

A través llamadas y mensajes, La Hora intentó comunicarse con la responsable del área ambiental de la Central Hidroeléctrica Manduriacu, pero no fue posible. La idea era confirmar si han recibido o no las recomendaciones del Departamento de Gestión Ambiental de la Prefectura y qué acciones están implementando para reducir los impactos negativos a los afluentes esmeraldeños.