Cada 8 de marzo, desde que las Naciones Unidas en 1975, institucionalizó el Día Internacional de la Mujer, nace la lucha por la reivindicación de la igualdad de oportunidades.
Manos que anunciaban las misas
Estaba por finalizar la década del 70 y Geoconda Marín Tello empezó a involucrarse en los grupos de oraciones de la iglesia La Merced. La joven de unos 28 años de edad, nacida en Esmeraldas y criada por sus abuelos en el centro de la ciudad, a pocas cuadras de la Iglesia, fue motivada a prepararse para vestir el hábito religioso, la idea la analizó pero estaba consciente que no era su vocación y la descartó cuando le ofrecieron ser la secretaria de la Iglesia.
Trabajó cerca de 33 años, hasta jubilarse en noviembre de 2016. Fue contratada como secretaria pero se daba tiempo para hacer otras cosas. Con mucha humildad recuerda, que aunque no era su tarea, si tenía que barrer, limpiar la iglesia y cumplir con lo encomendado, lo hacía sin ningún problema.
Un día pidió al sacerdote que le permita tocar las campanas para anunciar el horario de las misas. Aunque le advirtieron que sería complicado porque necesitaba fuerza física, y más cuando llovía, aceptó. De lunes a domingos era la encargada de dar los tres campanazos cada 15 minutos. A las 19:00 era el primero, a las 19:15 el segundo y el último a las 19:30 y ahí empezaba la misa.
EL DATO Aunque esté jubilada sigue en la iglesia vendiendo, libros, escapulario y asistiendo a las misas.