Los adioses a Vicente Burneo Burneo. Para Papá Viche

Autor: Revista Semanal | RS 99


“Hoy no es una despedida, es una celebración por un espíritu excepcional”.

En la vida de nuestro querido abuelo convergieron múltiples roles y logros. Desde su destacada trayectoria en el servicio público, donde desempeñó cargos como: visitador general de la Presidencia de la República, Subsecretario; Diputado, Alcalde de Loja; Ministro de la Producción; Embajador; Director General del IESS, Presidente del Tribunal de Garantías Constitucionales; miembro de la junta consultiva durante 25 años y mentor de muchos políticos e intelectuales como alcaldes y presidentes.

Con su ejemplo Papa Viche podemos soñar en algún día cumplir estos cargos, con el legado de actuar con honestidad, dedicación y amor por este País.

No puedo dejar de mencionar sus emprendimientos empresariales que dejaron huella. Fundó el Banco de Loja; también la empresa constructora Cosurca, las empresas agroindustriales Inapesa y Cafrilosa. En Quito fundó junto con su querido cuñado Italmotor, empresa dedicada a la importación y venta de vehículos, y maquinaria FIAT. Su generosidad, humildad, y espontaneidad hicieron de él una persona apreciada por sus colegas y amigos. Su calidad humana y amistad incondicional fueron legados invaluables. Su sencillez se traducía con mensajes claros y positivos para todos. Esas cualidades no solo lo hicieron destacar en lo profesional, sino que también dejaron una marca eterna en las vidas de quienes lo rodeamos. Pero, quizás su mayor lección de amor y respeto la brindó a su esposa, nuestra abuela Mamina.

Papaviche, Usted nos demostró que se puede celebrar 70 años de matrimonio amándose y respetándose todos los días de la vida, superando incluso un evento que marcó sus vidas, del cual solo con su mente brillante y ganas de vivir pudo salir adelante dejándonos una herencia de aprendizajes valiosos como hermano, padre, tío, abuelo y bisabuelo.

Con usted Papa Viche, aprendimos a tener capacidad de asombro por las cosas más pequeñas. Siempre nos hizo notar la nueva flor, hoja o rama que había brotado de sus maravillosas plantas, haciéndonos reflexionar en el milagro de la vida y de lo simple. El cuidado de sus plantas, la importancia de abonarlas, regarlas, de que tengan luz y calor. La delicia de un queso hecho en casa, de la miel traída de la hacienda, de los mangos de Loja, los dulces de Loja. Su increíble capacidad de encontrar agua y tesoros debajo de la tierra hicieron de nuestras vidas mágicas y divertidas. Nuestro amor por la naturaleza y por la tierra es sin duda una de las herencias más valiosas que nos deja, el poner delante la naturaleza y sus misterios; ante lo material y estético.

Papá Viche, siempre tuvo una palabra especial para cada nieto o bisnieto. Un apodo, un dicho, un guiño, la forma de ser de cada uno de nosotros. Siempre se preocupó por los detalles más pequeños y sutiles, pero los más significativos. Supo sin duda leer y satisfacer a profundidad nuestro corazón y nuestro apetito, pues siempre tenía un dulce para ofrecernos y una magia que hacernos. Nos regaló su generosidad a través de su humor maravilloso que podía transformar un día terrible en una agradable conversación.

Estamos tranquilos, sabemos que hemos sido bendecidos. Las semillas ya están sembradas, el maíz ya floreció, los porotos están listos para cosechar. El péndulo sigue moviéndose, sabemos que se puede encontrar agua bajo la tierra, sabemos de dónde venimos, y que sus historias serán siempre parte de las nuestras.

Hoy, honramos a un hombre cuyo impacto se extiende a través de generaciones. Hoy, celebramos y agradecemos haber tenido la suerte de tenerle cerca; agradecemos que haya sido y siempre será parte fundamental en nuestras vidas.

Gracias;
Dr. Vicente Burneo Burneo, Viche, Tío Viche, Niño Viche, Papá Viche