El aguacero de ayer, 5 de abril, causó inundaciones en el barrio Nuevos Horizonte, callejón 9 de Octubre, y otros sectores de la ciudad.
Es la segunda vez que la vivienda de María Preciado recibe el lodo que se desprende de una pendiente debido a las lluvias. Ella vive en el barrio Gatazo, al sur de la ciudad de Esmeraldas. Su casa está al filo de la loma que colinda con el barrio La Primavera. Recuerda que el 25 de enero de 2016, los propietarios de los terrenos aledaños, metieron máquina y removieron la tierra; lo que ocasionó que con la primera lluvia el barro se deslice y destruya un muro que impedía el ingreso de agua y lodo a su inmueble.
Los portales de las casas de María Preciado así como el de Lorena Caicedo están empantanados. Para salir de sus viviendas deben hacerlo descalzas o usar botas de caucho. El lodazal impide el ingreso de los buses y todo tipo de vehículos. A esto se suma que el lodo también está obstruyendo el sistema de alcantarillado. Las aguas servidas se están rebosando.
Humedad
Otra de las perjudicadas es Carla Becerra. Entre los miembros de su familia está una adulta mayor con una enfermedad terminal y sus hijos pequeños, quienes tienen que permanecer en medio de la humedad, poniendo en riesgo su salud. El agua lluvia se filtra por las paredes de su casa. “Ahora ingresa menos agua porque hicimos una zanja para evacuar el agua lluvia estancada”, dijo.
El parque del barrio Gatazo se ha convertido es un espacio lleno de monte, escombros y es por donde corre gran cantidad de agua que se va filtrando por las paredes de las casas aledañas. A lo largo de la calle principal, los sumideros están al descubierto.