Fronteras totalmente cerradas, el aeropuerto desierto y un nuevo horario de toque de queda más restrictivo, fue la tónica que se vivió en Chile este 5 de abril de 2021, por las nuevas restricciones que se suman a las cuarentenas masivas y que buscan frenar la segunda ola de la pandemia, que no da tregua al sistema hospitalario.
El país ya había blindado las fronteras entre marzo y noviembre del año pasado, pero ahora vuelve a cerrarlas ante el agravamiento de la crisis sanitaria, que ha elevado la tasa de ocupación de camas de cuidados intensivos al 95%, su nivel más alto hasta la fecha.
También comenzó a regir el adelanto del toque de queda a las 21:00, ante el gran incremento de casos nuevos y del índice de positividad, en parte alentado por la llegada de cepas del extranjero, como la británica o la brasileña.
La segunda ola, que comenzó en diciembre con la llegada del verano, se agravó en marzo de 2021 tras las vacaciones. Ahora, más del 83% de la población se encuentra en cuarentena total.
Expertos de la comunidad científica apuntan a que este repunte se debe a un exceso de confianza por el exitoso avance del proceso de vacunación.