Las ruinas de Ingapirca

Dr. Leonardo Cueva Puertas *

Este verano visité las ruinas precolombinas más importantes del Ecuador: Ingapirca, ubicadas a 3160 metros de altitud, en la provincia de Cañar, a 80 km de Cuenca.

Cañar es la capital arqueológica y cultural del Ecuador. La palabra cañar viene de la cultura Inca-Cañari y en la provincia hay muchos vestigios de esta comunidad.

Cuenca es una de las ciudades más bellas del Ecuador, declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1999.

Esta visita que hice a Ingapirca fue muy provechosa, pues pude profundizar mis conocimientos de la historia y la cultura de los cañaris y los incas de esta región.

El templo solar de Hatun Cañar, conocido como Castillo de Ingapica

El complejo arqueológico de Ingapirca, famoso por su forma circular, fue construido en el momento de la conquista de la región de los cañarís por los incas, grupo étnico que vivía en el centro sur del Ecuador, cerca de Cuenca, Se dice que Ingapirca fue construido por los incas para vigilar a los cañarís.

Ubicado sobre el monte más alto del valle del río Silante, el complejo de Ingapirca se encuentra enclavado sobre una terraza al lado de la quebrada Intihuayco.

Ingapirca significa “Pared del Inca”, y cuya evocación nos dice de la grandeza y suntuosidad de que gozaba en tiempos del incanato. Este lugar, dice el historiador J. Heriberto Rojas C. en su libro Miscelánea de Arqueología Cañari, “fue asiento militar y religioso de la valiente y aguerrida Confederación de los cañarís”.

Bautizada así por los cañarís, Ingapirca, significa “muro de piedra inca”. Los incas construían sus ciudades en altura, tanto por razones defensivas que para dejar los suelos planos para la agricultura.

Ingapirca fue construido sobre asentamientos cañaris, desconociéndose si tal acción fue un acto de guerra con desalojo de los pobladores locales o la reocupación de un asentamiento abandonado o en construcción.

Se ha llegado a establecer, dice Heriberto Rojas, que la zona de Ingapirca fue un importante centro poblacional, con un período de existencia de 2000 a 2500 años antes de la conquista de los incas, por lo que constituye un venero inagotable de estudio y grandeza cañari.

Este monumento tiene la forma elíptica que mide 37,10 m de largo por 12,36 m de ancho del que sale un canal o acueducto de 29,85 m de longitud. Está construido de piedras labradas. Se compone de 8 y 9 filas y su altura varía entre 3,15 m y 4,10 m. Constituyendo un verdadero complejo arqueológico, con el aposento del inca, La Condamine y Pilaloma.

En la parte meridional de la construcción, hállase “El Cuerpo de Guardia”.

Hatun Cañar o Ingapirca, se destaca por “la elipse”, elaborada con piedra almohadillada, desde la cual se domina uno de los lugares más importantes de producción agrícola de la región. Fue un importante centro político, administrativo, ritual y militar. Ingapirca poseía almacenes, baños, un relevo imperial para los incas, viviendas para los soldados y otros habitantes, así como un “Templo al Sol” del cual nos queda una elipse hermosa inspirada del Koricancha, el templo principal del Cuzco.

En los alrededores del Castillo de Ingapirca se libraron grandes batallas entre cañarís e incas, de ahí el valor y rebeldía de los cañarís.

Ingapirca comprende varios aposentos, la elipse o templo, el sector de la Condamine y el sector de Pilaloma. Las ruinas presentan una fusión arquitectónica cañarí e inca, ya que el complejo fue construido inicialmente por la nación cañarí, que habitaba la zona, como un centro ceremonial y de vivienda

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TUPAC YUPANGUI EN INGAPIRCA

Posteriormente, en el siglo XV, el conquistador inca Tupac Yupanqui tomó posición del asentamiento cañarí y construyó en este lugar el centro ceremonial y religioso incaico. Los incas se asentaron en Cañar para sus ceremonias.

Tupac Yupanqui había iniciado la conquista de Quito (1438-1471) con el sometimiento de los territorios palta y cañar, en el sur del Ecuador. Las guerras duraron de 20 a 30 años, con graves consecuencias para los cañaris, cuya población quedó disminuida por los muertos en batalla y por el traslado de pueblos enteros a Perú y Bolivia en calidad de mitimaes.

El paisaje caracterizado por asentamientos dispersos cedió el paso a las grandes obras de ingeniería inca.

Tupac Yupanqui se consagró como el inca expansionista y constructor, mientras que Huayna Capac, su hijo, consolidó el dominio inca en el sur del Ecuador, incluyendo la masificación de la lengua kichwa. Huayna Capac llevó al Tahuantinsuyo a su máximo esplendor.

La dominación inca en Ecuador duró 60 años y se ejerció sobre todo en la sierra ecuatoriana. En la provincia de Cañar, en Ingapirca, un templo al Sol testimonia de este período; es la obra arquitectural más importante dejada por los incas en Ecuador. La dominación inca en Ecuador va de 1450 a 1532, terminando con la captura y muerte de Atahualpa, hijo de Huayna Capac, en Cajamarca-Perú, por el conquistador español Francisco Pizarro el 29 de agosto de 1533.

El complejo arqueológico, a más de sus valores estéticos, artísticos e históricos, posee otros que hablan del importante desarrollo cultural de las etnias andinas, que desempeñaban, a través de sus centros administrativos, religiosos, una función astronómica calendario.

El territorio del sector de Ingapirca, fue ocupado inicialmente por la etnia cañarí, cuyas huellas quedaron en una serie de estructuras habitacionales, conjuntos cerámicos diversos y metalurgia.

Está presente además la historia de la invasión inca que impuso políticas que cambiaron la organización original del espacio. Con la presencia inca se emprendió en la construcción de obras de infraestructura vial y arquitectónica.

Testigo de aquello es el complejo habitacional y religioso de Ingapirca, que está en conexión directa con el “Camino del inca”, que une a 6 países de Sudamérica, camino real que fue declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 2014.

Huayna Capac construyó el Camino del inca, red vial que cubría más de 30000 kilómetros. Cañar está atravesada por el Camino del inca, alrededor del cual se encuentran varios sitios arqueológicos.

Ingapirca de los incas tiene 500 años de existencia. El complejo arqueológico abarca una superficie de cuatro hectáreas, en donde se encuentran también otros monumentos arqueológicos, como:

– “El aposento o habitación del inca” situado junto al Castillo, comunicándose con el resto de la construcción mediante una puerta trapezoidal;

– “El juego del inca”;

– “La tortuga”, es una piedra esculpida con la forma de una tortuga en la cima de la colina de Narrio, mide 120 metros de largo por 0,70 de ancho y 0, 50 de alto;

– “La quebrada del Sol”;

– “La quebrada de la Luna;

– “Los baños del inca”. Pueden tratarse de un monumento preincaico en razón del extenso trabajo de cantería que realizaban los cañaris;

– La imponente “Cara del inca”, situada en los alrededores de las ruinas de Ingapirca, es protagonista de muchas leyendas. “La Cara del inca” se la puede apreciar en una agreste colina llamada “Loma del inca”, se trata de una figura de rostro humano, tallada en roca viva que mide 30 metros de altura y considerada por los moradores del lugar, como el Dios progenitor de los cañarís;

– Bordeando la parte oriental de la elipse del castillo de Ingapirca, pasa el “Camino del inca”, en parte empedrado de 4 a 6 metros de ancho;

El “Sillón del inca”;

Cuando visitaba el “juego del inca” y el “sillón del inca”, para lo cual hay que subir a la cima de una colina, a unos 4000 metros de altitud, un indígena viendo que me faltaba un poco de oxigeno fue a buscar unas hojas de menta de los Andes, el “poleo”, para que yo respirara un poco mejor;

– “El Pilaloma” es el edificio de más larga ocupación y el más antiguo del complejo monumental. Se levantó sobre un promontorio de baja altura situado al sureste del castillo, tiene forma semielíptica y está conformado por una serie de habitaciones rectangulares dispuestas alrededor de un gran patio de forma similar;

En el centro, se observa un pavimento circular de piedras de río y, dentro de él, una voluminosa roca dispuesta verticalmente. Fue la Misión Científica Española la que descubrió que se trataba de un enterramiento colectivo, en el que su principal ocupante, una persona de sexo femenino, fue al parecer una sacerdotisa cañari.

En septiembre 1970, el doctor Juan Cueva Jaramillo realizó excavaciones, importantes de descubrimiento y parcial desbaste de “Pilaloma”, gran conjunto arquitectónico yacente en una colina achatada situada a unos ciento cincuenta metros al sur oriente de la elipse.

La escalinata del barranco

Junto al gran templo, con dirección suroeste, se localiza una escalinata de piedra de ciento diecisiete metros que fue descubierta recientemente cuando arqueólogos del Banco Central realizaban sus investigaciones. Dicha escalinata que desciende por detrás del barranco se proyecta desde la plaza hacia la parte baja, bordeando la base del “Templo del Sol”. Dada las características estructurales, los especialistas creen que es arquitectura preinca, es decir cañarí y su función parece ser utilitaria; se trata de un camino de ingreso desde la parte baja hacia el castillo.

El inca Huayna-Capac (1493-1525), nacido en Tomebamba hizo construir Ingapirca entre los años 1487-1490, en el camino imperial que conectaba Quito al Cuzco y estableció allí una guarnición encargada de vigilar a los cañarí. Ingapirca fue posiblemente incendiado por orden de Atahualpa (hacia 1530), durante la guerra civil contra su hermano Huascar.

A la muerte de Huayna Capac, la guerra fratricida por el dominio del imperio, entre Huascar y Atahualpa, causó grandes estragos, entre ellos la destrucción de Tomebamba por este último en 1529, vengando la sumisión ofrecida por los cañaris a su hermano Huascar. La guerra de los dos hermanos debilitó el Tahuantinsuyo y facilitó la conquista española.

En 1529, la ciudad de Tomebamba (actual Cuenca) fue destruida por su medio hermano y contendor Atahualpa. Sin embargo, los incas la reconstruyeron poco después.

El templo del sol de Ingapirca

Vista general del castillo

Paris, 7 de enero de 2024

GACETA Cultural 38 – Loja. 2024

Dr.Leonardo Cueva Puertas- Consultor en Comercio Internacional y Programas europeos. Profesor universitario.

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