La resiliencia en el trabajo

En un mundo en constante evolución, los avances tecnológicos, como la Inteligencia Artificial (IA), plantean desafíos significativos para los entornos laborales. La incertidumbre sobre cómo estas tecnologías transformarán nuestra forma de trabajar puede generar ansiedad y temor entre los empleados. Sin embargo, este cambio también presenta oportunidades para el crecimiento personal y profesional, especialmente si como profesionales somos capaces de crecer en habilidades como la adaptabilidad y la resiliencia.

En este marco, y para dar la vuelta a estos desafíos, es crucial adoptar una mentalidad proactiva y enfocada en el desarrollo de habilidades clave. Los empleados y las empresas pueden trabajar juntos para fomentar la resiliencia y la adaptabilidad de varias maneras. 

En primer lugar, es fundamental invertir en programas de capacitación y desarrollo que se centren en habilidades blandas como la confianza, el optimismo, la resiliencia y la adaptabilidad. Estas habilidades no solo ayudan a los empleados a enfrentarse a los cambios con más calma, sino que también los capacitan para aprovechar las oportunidades que surgen en entornos de rápida evolución.

LA CULTURA EMPRESARIAL 

Las empresas pueden desempeñar un papel crucial en este proceso al crear una cultura organizacional que valore y promueva la adaptabilidad y la resiliencia. Esto implica fomentar un entorno de trabajo donde los empleados se sientan cómodos a la hora de expresar sus preocupaciones, experimentar con nuevas ideas y aprender de los fracasos. La comunicación abierta y transparente, así como el apoyo emocional y profesional, son elementos clave para construir esta cultura de adaptabilidad y resiliencia.

Además, las empresas pueden proporcionar recursos y herramientas prácticas para ayudar a los empleados a desarrollar su adaptabilidad y resiliencia. Esto podría incluir programas de mentoría, sesiones de coaching individualizado o acceso a servicios de bienestar mental y emocional. Al brindar este tipo de apoyo, las organizaciones demuestran su compromiso con el bienestar integral de sus empleados y establecen las bases para la cimentación de equipos de personal más fuertes y adaptables.

HERRAMIENTAS ADECUADAS 

Como ejemplo de herramientas para fomentar esta cultura de resiliencia en el trabajo, profesionales de Portugal, Grecia, Rumanía y España hemos trabajado en el marco del proyecto europeo FENIX en un curso intensivo online (Crash course-ES) para profesionales de PYMES, basado en 9 unidades de competencia:

  • Visión general de la gestión adaptativa;
  • La gestión adaptativa en las empresas;
  • Metodologías de seguimiento y evaluación (S&E) diseñadas para hacer frente a la complejidad;
  • Recogida y análisis de datos empresariales
  • Caracterización de la incertidumbre del sistema
  • Asumir el riesgo y la incertidumbre;
  • Toma de decisiones iterativa;
  • Adaptación táctica y estratégica;
  • Aprendizaje organizativo (mecanismos de retroalimentación).

Estas directrices representan un elemento innovador y complementario al trabajo previo de investigación a través del cual se ha diseñado un marco metodológico de resiliencia organizacional y gestión adaptativa. Juntos, cubren los pasos necesarios para garantizar que las empresas y sus empleados sean más resilientes.

Por otro lado, es importante tener en cuenta que los empleados también tienen un papel activo que desempeñar en su propio desarrollo de adaptabilidad y resiliencia. Esto implica asumir la responsabilidad de su crecimiento personal y buscar oportunidades para aprender y crecer, incluso en momentos de adversidad. La práctica de técnicas de autocuidado, como el mindfulness o la meditación, puede ayudar a los empleados a manejar el estrés y cultivar una actitud más optimista frente a los desafíos.

A modo de resumen, el desarrollo de la resiliencia y la adaptabilidad en el lugar de trabajo es un esfuerzo conjunto entre empleados y empresas. Al trabajar juntos para fortalecer habilidades como la confianza, la regulación emocional, el optimismo, la gestión del tiempo y la agilidad frente al cambio, las organizaciones pueden crear entornos laborales más saludables y productivos, donde los empleados se sientan capacitados para enfrentarse a cualquier desafío que se les presente.

 Beatriz Arenas Romero, profesora asociada del Máster en Innovación Educativa de la Universidad Internacional de La Rioja