la montaña es mi amiga

Muchos se preguntarán: “se puede ser amigo de una montaña, ser amigo de las montañas”? La respuesta podría ser sí; ya que convivimos con las elevaciones naturales tan comunes en nuestro país que. O quizá, nos preguntemos ¿por qué no se puede ser amigo de la naturaleza, parte integrante de nuestras vidas?

LAS MONTAÑAS
El Ecuador es un país privilegiado; rodeado de una naturaleza inigualable, de montañas grandes y chicas; de volcanes majestuosos que realzan el paisaje de costa, sierra, oriente y el archipiélago de Galápagos. La cordillera de Chongón, los majestuosos Chimborazo y Cotopaxi, solo para citar a dos de una cantidad inmensa; el Sangay y el Isla Negra, ejemplifican y destacan la notoriedad volcánica de nuestro país.

Carla Pérez, Iván Vallejo, Santiago Quintero, entre muchos otros ecuatorianos de renombre mundial, han destacado como grandes montañistas que han “vencido” al Everest, al Aconcagua, al Huascarán y tantas otras montañas, por todo el mundo, consideradas invencibles. Pero también hay ejemplo de capacidad, decisión y no poca audacia en personas como Santiago Carrasco, quien a raíz de un accidente quedó parapléjico, pero no por ello perdió su amor al deporte del montañismo y ha dado muestras de que cuando se quiere nada es imposible.

Su ascensión en silla de ruedas adaptada, a montañas alrededor del mundo, no solo es ejemplar sino también muestra de fe y perseverancia

¿Por qué estas mini historias? se preguntarán muchos. Primero: para destacar la importancia del deporte del montañismo en el convivir no solo de las personas sino en el ámbito nacional. Segundo, para afirmar que nada es imposible cuando se tiene la voluntad y decisión de hacerlo, venciendo incluso adversidades y no pocos inconvenientes; y, tercero, para destacar las bondades y oportunidades que nuestro país ofrece en este aspecto.

REPUNTE DEL DEPORTE

Todo este antecedente tiene relación al gran repunte y destaque que ha tenido el deporte nacional desde hace décadas, comenzando con la obtención de la primera medalla de oro olímpica por parte de Jefferson Pérez en las justas de Atlanta, Estados Unidos, siguiendo con la clasificación por primera vez a un mundial de fútbol, en el 2001, desde entonces nuestros deportistas han obtenido medallas olímpicas, panamericanas, sudamericanas y bolivarianas en diversos campos.
Ese papel importante lo han cumplido no solo deportistas varones sino valiosas mujeres que han demostrado capacidad al más alto nivel.

EL MONTAÑISTA POR EXCELENCIA

Pero hay un “montañista” que ha destacado nítidamente a pesar de no ser un especialista en la materia. Un deportista ecuatoriano que despertó fervor nacional con cada una de sus actuaciones abordo de un “caballito de acero”, más comúnmente conocida como bicicleta. Se imaginarán ya a quién me refiero. Sí, a Richard Carapaz Montenegro, “la locomotora del Carchi”, mote creado, y mundialmente aceptado, por un especialista argentino en ciclismo.

Carapaz, no es un montañista especializado, no es un deportista dedicado a esta actividad, pero la conquista de montañas se ha convertido en su especialidad. Varias competencias ciclísticas de prestigio mundial, el Giro de Italia, el Tour de Francia y la vuelta a España, en sus diferentes etapas, tienen recorridos de montaña que significan gran desafío para quienes “osan” enfrentarlas. Richard Carapaz, aceptó ese reto y logró ganarlo en diversas ocasiones en distintas competencias Recientemente fue coronado como Rey de la Montaña, en la Vuelta a España, luego de superar problemas de salud que le impidieron un mejor desempeño como era su anhelo. Pero surgió su casta de campeón, sacó a relucir su sangre carchense y pudo imponerse en etapas difíciles donde la montaña era el mayor desafío.

EL ”ECUATORIANISMO” DE CARAPAZ

Cuánta alegría y satisfacción causó este logro en el Ecuador. Por un momento nos olvidamos de la política, de la economía; de los problemas habituales a los que estamos acostumbrados (o que nos tienen acostumbrados). Esto ha sido el mayor logro de Richard: unir a un país diverso y fragmentado. Del Carchi a Macara nos sentimos identificados con la locomotora, nos sentimos parte de su triunfo, y porque no, también de su dolor en sus momentos críticos.

Las montañas no son obstáculo para quien nació en El Carmelo; para quien forjó su futuro en el frío de las madrugadas y en el recorrido en una vieja y destartalada bicicleta que se encontró abandonada en un basural. Para quien es un ejemplo de perseverancia y dedicación para niños y jóvenes ecuatorianos que anhelan emularlo y porque no, superarlo.

Muchos querrán hacerlo y no han faltado quienes han pretendido, “subirse a la bicicleta” y aprovecharse de la situación. Sutilmente, cortésmente Richard Carapaz, Ricky para sus íntimos, ha evitado involucrarse en campos que no son lo suyo. Ha preferido dedicar sus triunfos al país, al Ecuador todo, sin distingos de etnias y clases sociales. Y vaya que lo ha logrado. Todo el país, o la gran mayoría de el, estuvo pendiente de su actuación cada día. Lamentó, lamentamos, cuando no salían las cosas bien; estallaban, estallábamos, en gritos y aplausos cuando el triunfo llegaba. Al lograr un primer triunfo de categoría, el Giro de Italia en el 2019, todo un país se movilizó para recibirlo. Desde la primera autoridad hasta el ciudadano en el último rincón del país, disfrutaron del logro conseguido. Multitudes siguieron sus pasos, lo acompañaron en el disfrute. Hay que destacar que sus logros se han diseminado por Latinoamérica y el mundo y la medalla olímpica y otros triunfos en las grandes vueltas, han merecido una destacada difusión en los medios de comunicación especializados. “TODOS LOS DÍAS SON BUENOS PARA BUSCAR EL ÉXITO”. Richard Carapaz.

Esta frase dicha acertadamente resume su trabajo, pero también es un llamado para que el país, para que todos los ecuatorianos busquen, sus metas y objetivos sin desmayo; con fe y decisión. Desde la época ya lejana del Ñato Recalde, precursor del ciclismo en el país, hasta Richard Carapaz, han transcurrido acontecimientos de toda índole; pero nada ni nadie ha conseguido tanto como lo han hecho nuestros deportistas. Como lo ha hecho Carapaz. Incluso en sitios donde el fútbol se ha impuesto, la figura del carchense se distingue, provoca acaloradas discusiones en su beneficio. Esto es muy positivo porque nuestra sociedad olvida sus penas y diferencias y se agrupa alrededor de quien si brinda satisfacciones.

Un personaje nacido de la entraña popular, en una localidad que quizá nadie conocía antes de la fulgurante aparición del rey de la montaña. De una locomotora que no deja de rugir y que los ecuatorianos aspiran que siga mucho tiempo más con su fuerte chucuchuco como en los buenos tiempos de Alfaro y su ferrocarril que cambiaron la fisonomía y forma de proceder de los connacionales

CARAPAZ MOTOR DE CAMBIO

Las montañas europeas fueron vencidas por un ecuatoriano que hizo retumbar los cimientos de una nacionalidad anhelante de triunfos y cambios. Carapaz, ha sido el motor de un cambio profundo en las raíces nacionales. Ha motivado a que los ecuatorianos podamos salir adelante a pesar de tantos problemas e inconvenientes. Ha unido, aunque sea momentáneamente, a un pueblo fragmentado por pasiones y diferencias, muchas veces irreconciliables.
Ojalá su ejemplo sea la base para unificar aspiraciones y metas; ojalá el esfuerzo de tantos deportistas no sea en vano.Suena fuerte locomotora. Suena fortísimo Richard Carapaz. Las montañas del mundo se rinden a tus pies.

Por: Pepe Camino Carrera