Galo Martínez Merchán, el caballero de la política y el periodismo

Autor: Juana López Sarmiento | RS 72


El 21 de junio de 2023 se recordó el primer aniversario del fallecimiento de Don Galo Martínez Merchán, excelso hombre guayaquileño que estaba dispuesto a dar su vida por la defensa de la
libertad de expresión y los derechos humanos.

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Su deceso se produjo a los 90 años, de los cuales más de 60 los dedicó al periodismo y la política. Me cupo la satisfacción de laborar, primero como su secretaria y luego como periodista. Y no había día que no recibiera una enseñanza de diversa índole.

Empezó muy joven en la titánica tarea de hacer periodismo y cuando tenía 16 años sacó a la luz la revista Amazonas, alimentada con las historias del barrio Rocafuerte, donde vivía y entabló amistades imperecederas que solo la muerte pudo terminar. Siempre amigo de sus amigos, conservaron estos lazos y se reunían periódicamente y desde allí salían historias y mas historias.

Pero Martínez aspiraba a mucho más; descubrió que su profesión era el periodismo y de la mano de la política fue creando medios impresos. De su visión empresarial y de su pluma también se nutrió el tabloide El Tiempo, el vespertino La Razón, Extra, Expreso, La Hora, El Clarín de Babahoyo.

EL político FOGOSO
Muy poco se habla de las épocas de lucha estudiantil y callejera de Don Galo. En el Colegio ya se perfiló como líder indiscutible y en la Universidad definitivamente integró y presidió, no solamente los organismos estudiantiles, sino que afrontaba en primera línea las luchas callejeras contra las dictaduras y cuartelazos que periódicamente rompían el orden constitucional.

Siempre luchador y partidario del sistema democrático hizo que un líder de la talla de Velasco Ibarra se fijara en el joven estudiante para encabezar la lista de legisladores por el Guayas por el Movimiento Velasquista, obteniendo un éxito inusitado.

El Doctor Velasco ganó la elección con muy pocos votos frente a la sorpresa del candidato liberal, el Dr. Andrés F. Córdova un prestigioso jurista que había estado en el ostracismo por varias décadas. En esa elección (la única) se elegía por separado al Presidente y Vicepresidente.

El liberal, Jorge Zabala Baquerizo fue electo Vicepresidente creando una difícil situación de gobernabilidad ante lo cual el negociador de las nuevas alianzas fue encabezada por Galo Martínez. Esta rara situación política provocó una división interna en el partido ganador.

Unos pretendían la derechización del gobierno y otros aliarse con la izquierda y así su habilidad llevó a una alianza de viejos adversarios. Los ganadores de las elecciones hicieron un acuerdo de gobernabilidad que los opositores y resentidos calificaron como el famoso “pacto mordoré”, Ese hábil manejo lo convirtió en el líder operativo del nuevo gobierno y le mereció el nombramiento de Ministro de Gobierno y coordinador de todas las áreas y las hizo con éxito, integrándose a las difíciles clases dominantes y los duros lideres callejeros que tenía en nuevo gobierno en la capital.

Pese al respeto y amistad con el entonces Presidente los aires de dictadura o gobierno de facto que se fraguaban le llevaron a abandonar con toda decencia y caballerosidad sus funciones, y sin demostrar sus diferencias, prefirió retirarse del gobierno. El momento de la definición de su vida había llegado y pese a sus profundas aficiones dejó definitivamente la política partidista y se entregó por entero a los medios de comunicación, aunque jamás abandonó su interés por los asuntos públicos.

DUROS INICIOS
En junio de 1972 se produjo la dictadura del General Rodríguez Lara.

El Presidente Velasco pretendía confrontar el golpe y con dos de sus Ministros se trasladó a Guayaquil, en donde fue recibido por un grupo de partidarios dirigidos por Galo Martínez pese a que había existido ya distanciamiento, consideró de su obligación acompañarlo.

Cabe aquí una puntualización histórica, la personalidad de Velasco y de sus acompañantes hizo que ningún militar de rango importante se atreva a detenerlo y abusaron de un simple Teniente envalentonado, con un piquete de soldados asustados fueron los que defenestraron al presidente y organizaron inmediatamente su exilio.



El temor de que Guayaquil se levante por el apoyo popular hizo que desde Quito se ordene la detención de algunos líderes entre los que estuvo Galo Martínez. Recluido, incomunicado, sin formula de juicio por varios meses en una barcaza, carente de todos los servicios, permaneció y sólo cuando se consolidó la dictadura y perdieron el miedo, recuperó su libertad. Salió más firme que nunca dispuesto a dar la pelea por la democracia truncada.

Jamás perdió el contacto con el viejo caudillo al cual visitaba en su exilio en Buenos Aires periódicamente.

Ingresé al Expreso un año antes de su aparición al púbico.

La fecha de salida del matutino era el 25 de julio (1973,) día de la fundación de Guayaquil; lo que así se produjo, aunque sin la dirección de Martínez sino de Eduardo Borja Illescas.

Eran los tiempos de vaivenes políticos y disputa de espacios de poder, Martínez fue tentado por políticos de todo matiz, sin que lograran doblegarlo.

Su espíritu, su conocimiento desinteresado de la cosa pública lo hizo amigo de los principales políticos por medio siglo y su amistad íntima con Carlos Julios Arosemena y León Febres Cordero le permitió el acercamiento entre viejos adversarios.

Pero jamás confundió la amistad con la línea editorial de sus medios. Como todo medio, Expreso también tuvo dificultades económicas, pero Don Galo supo sortearlos. Trabajador infatigable era el primero en llegar a la oficina y uno de los últimos en salir. Una madrugada cualquiera. como en un desfile, 10 personas caminaban del lado izquierdo de la avenida Carlos Julio Arosemena , en Guayaquil, hasta el Tenis Club, donde se nos hacía más transitada para hallar un taxi que nos llevara a nuestra vivienda.

Como un hobby se volvieron las caminatas. pero los riesgos que acarreaba el grupo se desintegró

Ya como director de Expreso, dirigió con sabiduría la línea editorial del matutino. En permanente enfrentamiento con el Gobierno militar, luchaba por el retorno a la vida democrática.

En una mediana edificación situada en la avenida Carlos Julio Arosemena donde inició sus labores diario Expreso y EXTRA, se tejieron las mejores historias periodísticas. Don Galo, supervisaba los textos y dialogaba con el cronista para despejar las dudas que atendía. Atendía siempre a sus colaboradores y empleados con una política amplia de puestas abiertas y se preocupó de su permanente capacitación.

Tuvo mucha visión de futuro y vislumbró lo que sucedería a priori el futuro político de los medios, tanto en la parte periodística como de infraestructura. Es así que adquirió un lote de terreno contiguo al anterior y levantó una estructura impresionante; adquirió una moderna rotativa: enroló periodistas nacionales y extranjeros, dio un paso adelante al publicar un folleto de periodismo de Investigación, rama a la que definía como primordial en un medio serio. En el otro extremo están las noticias de crónica roja, temática que se aplica en el diario EXTRA.

LA HORA. Capítulo aparte
En el ánimo de crecimiento y luego de sus experiencias en política siempre pensó que el monopolio de una sola familia en la capital no era muy acorde con las épocas de pluralismo que anhelaba y por tanto decidió poner su propio diario en la capital.

Desafortunadamente una desavenencia familiar en la competencia les llevó paralelamente a la creación de otro diario con lo que el espacio se redujo considerablemente, Buscó colaboradores comprometidos con una línea independiente y de izquierda, dirigidos por Carlos de la Torres Reyes, prestigioso intelectual y escritor que había dirigido el cerrado Diario El Tiempo.

La crisis que afrontó el país influyo en sus planes de crecimiento por lo que decidió deshacerse de La Hora y concentrarse en el crecimiento de sus medios en Guayaquil.

En el proceso de cierre, entre varias alternativas, no siendo la económicamente más favorable, decidió traspasar a un grupo liberales que comandado por Francisco Vivanco afrontaron el reto y poco a poco fue creciendo el Diario, con el apoyo y los permanentes consejos de Galo Martinez.

Hicimos varios proyectos juntos, compartimos estructuras, siendo de las más importantes la creación por primera vez en el país de una oficina de investigación periodística, presidida por el Economista Eduardo Valencia Vásquez (+).

Implementamos adelantos tecnológicos. Jamás se alejó de nosotros y siempre guardó una estrecha amistad y mutua consideración con los directivos y conmigo, que me había traído de Guayaquil para la fundación de este Diario en el que permanecí hasta la pandemia.

Preocupado también de que Quito era la única capital del mundo civilizado que no tenía una Revista propia, siempre procuró este proyecto y gracias a su empeño se fundó también con nosotros la Revista Vanguardia, como soñó, de primer nivel y con la mejor tecnología disponible.

Semanalmente y durante siete años marcó la línea informativa del país. Sucumbió ante la ferocidad del correismo que no toleró la publicación documentada de sus trafasías, todas las cuales han terminado en sonados proceso y casi todas con sentencias, convirtiendo a los perseguidores el prófugos de la justicia. Lector empedernido gustaba prestar sus libros a los periodistas y encaminarlos al placer de una buena lectura.

Recuerdo que el primer libro que me prestó y devolví se titulaba HORA 25. Un entrabado tema que demuestra la posibilidad que las mismas máquinas creadas por el hombre sean las que lo dominen.

Ya en estos tiempos se muestran resultados en la robótica y el uso de la Inteligencia Artificial.

Martínez vislumbró estos avances y sus empresas estaban a la vanguardia de la industria de medios.

Entre otros cargos fue diputado por Guayas, (1960, 1962 y 1968)) ministro de Previsión Social y Trabajo, de Industrias, Comercio y Recursos Naturales.

Pero también fue diputado por Guayas (1960, 1962 y 1968) y dirigió los ministerios de Previsión Social y Trabajo (1968), de Industrias, Comercio y Recursos Naturales (1968-1969), así como de Gobierno y Policía (1969-1970 y 1971). Recursos Naturales (1968-1969), así como de Gobierno y Policía (1969-1970 y 1971). Indudablemente, entre todos los cargos que ostentó prevalece la nominación de Secretario General de la Administración más joven de la historia nacional (1960-1961). Tenía 29 años.

Su perseverancia, sapiencia y don de gente fueron el camino que lo llevó ostentar varias condecoraciones a nivel nacional. Destaca el “Premio a las libertades” otorgada por la (Aedep), (Asociación Ecuatoriana de Medios de Comunicación) de la cual fue fundador y presidente en dos periodos.

Pese a los celos entre medios de comunicación, fue él quién generó la cooperación entre ellos y varios proyectos editoriales y empresariales que se implementaron.
Siempre presto a dar sus consejos fue un verdadero líder de la comunicación, sus estructuras empresariales sólida le permitió su crecimiento generando un liderazgo en todos sus proyectos. El periodismo y la política fluyeron por sus venas durante toda su existencia (10 de diciembre de 1981/21 de junio de 2022. Don Galo tuvo cinco hijos, el mayor, Galo Martínez Leisker, es el actual director de diario Expreso; Ingrid Martínez Leisker, Pamela y María José Martínez Jaramillo y Mariuxi Martínez Constante.