Esmeraldas tiene un cementerio turístico

El Cementerio General de Esmeraldas se ha convertido en un atractivo
más de la ciudad, diariamente recibe a visitantes de todos los lugares
del país. Recorrimos las instalaciones para conocer los nuevos arreglos
realizados que lo hacen un camposanto turístico.

Recorrimos el Cementerio General de Esmeraldas, junto a la administradora
a cargo, Teresa Quiñónez, quien hizo de guía turístico. Durante la caminata
pudimos conocer el trabajo que diariamente se realiza en el cementerio, y las
mejoras implementadas que han hecho de este cementerio un atractivo
turístico.

Cuando se visita este camposanto se puede apreciar desde la entrada sus
vistosos colores, sus decoraciones llamativas, anuncios colgantes en todo el
lugar y un sin número personajes esmeraldeños conocidos. El lugar te
traslada a los panteones mexicanos que guardan de manera tradicional una
especie de conexión mágica con la muerte.

Recorriendo las instalaciones
La estadía se hace agradable, el lugar tiene un techo 130 metros desde la
puerta principal. En el recorrido se puede apreciar arcos adornados con
flores, decorativos vistosos y frases sobre los valores.

La búsqueda de los difuntos se hace a través de un sistema rápido de
enumeraciones. Teresa, nos comentó que esta división se realizó en dos
secciones: sur y norte. Cada bloque tiene una distancia de 13 metros y se
han enlistado por letras alfabéticas tanto en el norte como sur. Asimismo, en
cada bloque las tumbas están numeradas.

En el transcurso del camino también se puede apreciar las fotografías de
personajes esmeraldeños destacados: el coronel Luis Vargas Torres, Carlos

Conchas Torres, Tácito Ortiz Urriola, Margarita Cortez, Roberto Luis
Cervantes, Gabriel Iriarte, Jorge Chiriboga, Carlos Saud, etc. No se ha
dejado fuera a la ama de casa, obreros, profesionales y deportistas.

Zonas limpias y Seguras
Todo el cementerio tiene un buen aspecto, con zonas limpias, la hierba
cortada y un orden que le da cierta gracia al lugar. El trabajo de limpieza lo
realizan diariamente las hormiguitas, el equipo del cementerio. Quienes a
pesar de nuestra presencia no pararon su dedicada labor del día.

Nuestra visita también tuvo la asistencia de la guardianía del lugar, que la
realizan diariamente varios agentes municipales, resguardando todos los
bloques del cementerio durante el día.

Nuestra primera parada terminó en la capilla del cementerio que ahora tiene
una fachada mejorada, un jardín con árboles, flores y varios ornamentos con
materiales reciclados.

Nuevos arreglos
En la segunda parte de nuestro recorrido, subimos hasta lo más alto del
cementerio, para conocer la segunda etapa de un cerramiento 150 metros
aproximadamente que se está realizando. Caminamos por un sendero, al
llegar pudimos ver el trabajo realizado por los obreros de la construcción, que
hasta ahora han avanzado 120 metros. Con este huerto se concluyeron los
arreglos de la fachada.

Según nos señaló Quiñónez, el cerramiento y los demás arreglos se han
dado gracias a la ayuda de la comunidad esmeraldeña y al equipo
conformado por el cementerio, quienes han colaborado a través de
donativos, rifas, bingos, ventas de helados, arroz con leche, para realizar
todas las mejoras en el camposanto.

El Cristo del amor
Nuestra última parada fue en el “Cristo del amor”, como le llamó Teresa. La
escultura mide aproximadamente unos 14 metros de alto y está hecha de
fibra de vidrio. La idea surgió a raíz de tener una fachada más representativa
de un cementerio. Y según nos relata, fue el amor y la fe que lo hizo posible,
por eso recibe su nombre (RS).