Entre el fraude digital y el balde de agua fría


Sobre las elecciones del 5 de febrero en Ecuador han caído denuncias que han provocado una duda masiva en el país. “Hubo hackeo, fraude digital”, dicen. Es obligación del CNE y del gobierno explicar por qué demoraron en la entrega de datos y aclarar todas las denuncias de supuesta manipulación de votos para favorecer a candidatos de la tendencia correista que ‘han barrido’. Tenemos que comprobar si eso es cierto y legal para no quedar como bobos frente al mundo.

Ecuador adquirió experiencia en el área de espionaje internacional por Julian Assange y su grupo de hackers que por decisión del gobierno de Rafael Correa recibieron ‘cama, dama y chocolate’ en la embajada de Ecuador en Londres. El hacker pagó el favor con esta frase despectiva: “Ecuador es un país insignificante”. Pero Correa no solo mimó al hacker australiano, también a Putin con el que se dedicaron a juegos de espionaje. Lea esta ‘perla’ que el gobierno actual debería investigar y aclarar que queda de aquello.

‘El espionaje selló el nexo Correa-Putin’, nota de Arturo Torres. Código vidrio. 30 agosto, 2022, dice:
“Aunque la alianza que Rusia tejió con Rafael Correa en su mandato tuvo distintas aristas, uno de los ejes fue el apoyo en inteligencia, espionaje y hackeo. En este contexto, se concretó la capacitación de agentes y policías en Rusia, así como el apoyo de hackers y medios rusos al correísmo, en sus operaciones de desinformación y propaganda, especialmente desde 2019. Este 14 de septiembre de 2022 The Washington Post reveló que Vladimir Putin canalizó en secreto más de 300 millones de dólares (https://www.washingtonpost.com/national-security/2022/09/13/united-states-russia-political-campaign/) a partidos y candidatos en más de 24 países, incluido potencialmente Ecuador. El objetivo era debilitar sistemas democráticos y promover a sus fuerzas políticas aliadas. Nota actualizada miércoles 14 de septiembre”.

“El pacto con Vladimir Putin tuvo su esplendor durante la administración de Rafael Correa, pero a los pocos meses de la llegada de Lenin Moreno al poder, las relaciones entre Ecuador y Rusia entraron en la congeladora.

Moreno se acercó a Estados Unidos, que por más de una década tuvo una relación tirante con Correa, quien se alió con Rusia, China e Irán, interesados en apuntar un eje contra las potencias de Occidente. En este período también se fortaleció la cooperación con los servicios de inteligencia de Venezuela y Cuba”.

Del espionaje, de la manipulación de la información digital, no están libres ni los ‘imperios’. Recordemos cómo la espiaron a Hillary Clinton en Estados Unidos cuando estuvo de candidata a la presidencia de la república.

De esa acción delincuencial, mafiosa, fueron acusados los rusos e indirectamente su presidente Vladimir Putin obsesionado, ahora, por apoderarse de Ucrania, pero que también sueña con conquistar países latinoamericanos para demostrarle a Estados Unidos que son el ‘imperio’ más grande del mundo capaces de robarle los huevos al águila.

Por esta causa, Estados Unidos terminó acusando a 12 miembros de la inteligencia rusa de hackear la campaña electoral de Hillary Clinton.

“Los rusos monitorearon las computadoras de manera encubierta, implantaron cientos de archivos con códigos maliciosos, y robaron correos y otros documentos. Sabemos que su objetivo era interferir en las elecciones”. (BBC News Mundo. 13 julio 2018).

EL BALDE DE AGUA FRÍA

Un carnaval anticipado resultó para los quiteños la última elección porque les cayó como un balde de agua fría. Los candidatos correistas retornaron a la palestra. ¿Cómo? Lo explicamos.

Para poner su alcalde en Quito, los correistas aplicaron la estrategia de dos candidatos fuertes, más otros complementarios y un ‘comodín’ (de esos que sirven por igual a dios y al diablo) para que ‘roben’ votos a los opositores.

AÑO 2019
El 2019 los correistas colocaron sobre el tablero dos fichas: Luisa Maldonado, candidata oficial apoyada por el movimiento Fuerza Compromiso Social (creado por el ultra correista Iván Espinel que arropó a los correistas sin partido por la pelea Correa-Moreno); y a Jorge Yunda, candidato camuflado en el movimiento Unión Ecuatoriana, creado por el ex fiscal correista, Washington Pesántez.

En ese entonces la oposición también tenía dos candidatos fuertes: Paco Moncayo y César Montúfar que casi le pisaron los talones a la candidata correista, según vemos en este dato oficial:

VOTACIÓN ALCALDE Q. 24 marzo 2019

Jorge Yunda. (Unión Ecuatoriana) 21,35%

Luisa Maldonado. (Compromiso Social) 18,44%

Paco Moncayo. (ID/Vive/ Democracia Sí) 17,74%

César Montúfar. (Concertación) 17,05%.

AÑO 2023
El 2023, los correistas tuvieron además de su candidato oficial: Pabel Muñoz, a tres ex correistas camuflados en otros partidos-movimientos: Jorge Yunda, Luisa Maldonado, María José Carrión.

Y se notó la presencia de un ‘comodín’ (Pedro Freile) que durante la campaña no atacó a los candidatos correistas como al candidato Andrés Páez a quien Rafael Correa odia tanto como a Lucio Gutiérrez, el ex presidente de la república que auspició con su partido esta candidatura.

La consigna de los cinco pareció ser, impedir de cualquier manera que Páez subiera a los primeros lugares.

VOTACIÓN ALCALDE Q. 5 febrero 2023

(Conteo de votos al 7 febrero)
Pabel Muñoz. Movimiento Revolución Ciudadana). 25,21%.

Jorge Yunda. Movimientos Pachakutik (PK); Pueblo Igualdad y Democracia (PID); y Verde Ético, Revolucionario, Democrático (Mover), antes AP, lista 35. Forman la alianza ‘Juntos por la Gente’. 22.20%.

Pedro Freile. Partido Socialista Ecuatoriano (PSE) y Partido Sociedad Unida Más Acción (SUMA) de la Alianza UIO (Unidos, Incluyentes y Organizados). 21,92%.

Andrés Páez. Alianza ‘Quito vuelve’ entre el Partido Sociedad Patriótica (de Lucio Gutiérrez); movimiento Democracia SI (de Gustavo Larrea); y Acción Democrática Ecuatoriana (ADE). 12.66%.

SEGÚN ESTADÍSTICAS, CORREISTAS AUMENTAN VOTOS EN QUITO

El 2019 los habitantes de Quito repetían que es el colmo que un alcalde con 21% de votos gobierne al 79% de electores que no votaron por él. Y tras la elección 2023 se dijo algo parecido: “Es el colmo que un alcalde de 25% gobierne al 75% que no votaron por él”. Sumando los votos notamos que esa interpretación no es correcta porque los correistas no lanzan un solo candidato, ponen un grupo de candidatos sobre el tablero: a los ‘oficiales’, ‘camuflados’ y ‘comodines’.

Elección 2019. Hubo 18 candidatos a alcalde de Quito. Los correistas ‘oficiales’ y ‘camuflados’ Jorge Yunda y Luisa Maldonado captaron el 39.7% del total de votos.

El 60.3% que sobró se esparció entre los 16 candidatos de oposición. En otras palabras, si este grupo se hubiese unido alrededor de un solo candidato, arrasaba con los correistas.

Elección 2023. Hubo 12 candidatos a alcalde de Quito. Los 4 correistas oficiales y camuflados: Pabel Muñoz y Jorge Yunda, captaron el 47.41% de votos. Si sumamos el modesto 2.33% de las correistas arrepentidas: Luisa Maldonado y María José Carrión, ese porcentaje sube al 49.74%. Es 10% superior al del 2019.

El 50.26% restante se repartió entre los 8 opositores. Quiere decir que si ellos hubiesen apoyado a un solo candidato, habrían ganado ‘con las justas’. Eso pone en evidencia que la oposición está recibiendo menos votos que antes, al contrario de los correistas que suben. El futuro es gris para una oposición desunida, individualista.
Mariana Neira