Cómo manejar las relaciones tóxicas

¿Qué es una relación tóxica? En términos sencillos, es una relación que no es buena para ti. Es una relación que te hunde en lugar de levantarte. Una relación tóxica puede ser con cualquier persona: un amigo, un colega o una pareja.

La toxicidad de la relación no se basa en su género o en quién es, sino en cómo te hace sentir. Si alguien te hace sentir pequeño, insignificante e infeliz, lo más probable es que esa relación sea tóxica. De hecho, estar en una relación tóxica puede ser tan perjudicial para tu salud mental y física como fumar o beber alcohol en exceso todos los días. Una relación tóxica puede tener efectos negativos en tu autoestima y en tu visión general de la vida. Tener demasiadas relaciones de este tipo en tu vida puede impedirte crecer como individuo y alcanzar todo tu potencial como adulto.

Por qué mantenemos a la gente tóxica en nuestras vidas
Las personas se sienten atraídas por otras que las hacen sentir cómodas, comprendidas y aceptadas. Sin embargo, a veces elegimos relaciones tóxicas porque tenemos demasiado miedo a estar solos. Estamos tan desesperados por tener compañía que pasamos por alto las banderas rojas y nos conformamos con menos de lo que merecemos con tal de tener a alguien en nuestra vida. Eso puede funcionar durante un tiempo, pero a largo plazo, estar en una relación tóxica puede ser muy destructivo para tu confianza y tu sentido de la autoestima. Con las personas tóxicas, estás constantemente caminando sobre cáscaras de huevo y con miedo a decir o hacer lo incorrecto. Siempre intentas leer a tu amigo/pareja/colega tóxico, y te preocupas tanto por su estado de ánimo que pierdes de vista lo que quieres y necesitas para ti.

Los 6 signos de una relación tóxica
– A menudo te sientes deprimido, ansioso o estresado después de pasar tiempo con tu pareja. – Sientes que tienes que andar con pies de plomo cerca de tu pareja porque es muy sensible y tiene una mecha corta. – Tu pareja te menosprecia y te critica con frecuencia, a veces incluso delante de otras personas. – Sientes que tienes que ocultar aspectos de ti mismo cuando estás cerca de tu pareja porque no te entiende ni aprecia como eres. – No te sientes escuchada o vista por tu pareja y no intenta comprenderte. – Sientes que no puedes ser tú mismo con tu pareja porque es demasiado controlador y no respeta tu autonomía.

Paso 1: Conoce tu valor
Cuando conoces tu valor, no dejas que las personas tóxicas te pisoteen. Sabes reconocer cuando alguien te está tratando como basura y te alejas de la relación. Cuando conoces tu valor, eres capaz de ver las banderas rojas en una relación tóxica y actuar antes. Eres consciente de que las relaciones tóxicas afectan negativamente a tu salud mental y a tu autoestima. Sabes que las relaciones tóxicas no pueden ayudarte a alcanzar todo tu potencial como adulto. Eres capaz de reconocer las relaciones tóxicas para no dejar que te arrastren. Cuando conoces tu valor, no aceptas menos de lo que mereces en una relación tóxica. Sabes que cualquier persona que te trate mal no merece tu tiempo.

Paso 2: Establece límites y no tengas miedo de usarlos.
Nunca debes sentirte mal por establecer límites en una relación tóxica. Una persona tóxica es tóxica porque no puede respetar a otras personas, así que no te respetará si no estableces límites. Si alguien intenta cruzar tus límites y hacerte sentir incómodo, no tengas miedo de usarlos. Hazle saber a la persona tóxica que no estás dispuesto a aceptar su comportamiento tóxico. No tienes por qué estar en una relación tóxica. Si la persona no es capaz de respetar tus límites y de tratarte con respeto, debes abandonar la relación. Las relaciones tóxicas no son saludables para ninguno de los implicados, así que deberías terminar la relación en cuanto reconozcas que es tóxica. No dejes que una relación tóxica te arrastre. Hazle saber a la persona tóxica que no vas a tolerar su comportamiento tóxico y termina la relación si se niega a respetar tus límites.

Paso 3: Céntrate en ti, no en la relación
Cuando estás en una relación tóxica, pasas mucho tiempo pensando en la otra persona y en su comportamiento. Intentas averiguar qué has hecho mal y cómo puedes cambiar para hacerla feliz. Al hacerlo, en realidad te estás convirtiendo en una víctima y dejando que la persona tóxica te controle. No tienes que cambiar lo que eres para gustarle a la gente tóxica. Tienes que dejar de intentar arreglar la relación y empezar a centrarte en ti. En lugar de preocuparte por cómo puedes cambiar para hacer feliz a la persona tóxica, céntrate en cómo puedes hacerte feliz a ti mismo. Puedes leer libros, salir a pasear y pasar tiempo con amigos que te apoyen. También puedes escribir sobre tus sentimientos, meditar o hacer yoga. Hagas lo que hagas, no te centres en la relación tóxica.

Paso 4: Terminar la relación
Si lo has intentado todo y la relación tóxica sigue sin mejorar, probablemente deberías terminar la relación. Todo el mundo merece estar en una relación amorosa, solidaria y positiva. Si estás en una relación tóxica, no te estás beneficiando de ella. ¿Por qué ibas a quedarte en una relación en la que no eres feliz? Las relaciones tóxicas no tienen por qué durar siempre. Puedes terminar la relación en cualquier momento que sientas que es necesario. Está bien terminar la relación si no está funcionando para ti. Está bien terminar la relación si sientes que te están maltratando o faltando al respeto. Nadie debería hacerte sentir que no mereces amor o respeto. Puedes terminar la relación y encontrar a alguien nuevo que realmente te merezca a ti y a tu tiempo.

Conclusión
Una relación tóxica puede parecer mucho trabajo para salir de ella, pero vale completamente la pena. Las relaciones tóxicas pueden causar graves daños a tu salud mental y física. Una relación tóxica no merece el riesgo. Está bien terminar la relación y seguir adelante con tu vida. No tienes que quedarte con alguien que te trata mal. Te mereces ser feliz y ser amado. Te mereces una relación que te levante, no una que te hunda.(IA)