En la mayoría de los casos el culpable de los resfriados persistentes no es un fallo del sistema inmunológico, como piensa mucha gente, sino un estilo de vida incorrecto y la mala nutrición. Hablaremos de la última.
Te dejamos la lista común de algunos alimentos que pueden garantizar el funcionamiento normal del cuerpo o reducir la intensidad de los síntomas en aquellos que se enfermaron.
Cúrcuma
Es ella quien pinta el característico color amarillo de los platos de curry y arroz populares entre los indios y se usa mucho aquí en Latinoamérica.
A finales de los 90, los científicos de la Universidad de Cornell estudiaron recetas tradicionales de 36 países para ver qué especias y cuántos lugareños añaden a los platos. Estos datos se compararon con los datos sobre la temperatura media del aire y la precipitación en un área en particular. Resultó que cuanto mayor sea la temperatura del aire y, por lo tanto, la probabilidad de contaminación microbiana de los alimentos, mayor será la proporción de platos picantes en la cocina local.
El amor por las especias picantes no es una moda pasajera, sino una condición necesaria para sobrevivir y no enfermarse en un clima cálido.
Ejemplos de condimentos antibióticos vegetales son el jengibre y su cúrcuma relativa.
La raíz de la cúrcuma está literalmente llena de sustancias bioactivas naturales de polifenoles. Tiene un pronunciado efecto antiinflamatorio e incluso antitumoral, ayuda a controlar niveles de azúcar y previene la obesidad hepática. Curiosamente, en su forma pura, la curcumina casi no es absorbida por el cuerpo, y la única manera de beneficiarse de ella es usarla en la cocina. Así que diviértale dando un toque amarillo a tus comidas.
Miel de abeja
Es un producto mitad vegetal y mitad animal. El néctar de abeja recogido de las flores se digiere parcialmente en su bocio, por lo que la miel contiene no solo carbohidratos, sacarosa, sino también fructosa (38 %) y glucosa (31 %), liberada de ella, así como pequeñas cantidades de vitaminas. Además, la miel puede contener otras sustancias activas, incluidos los polifenoles-flavonoides con propiedades antioxidantes.
Las propiedades antibacterianas de este producto son bien conocidas entre los adherentes de la medicina tradicional.
Algunas variedades de miel tienen cantidades tan grandes de compuestos similares a los antibióticos que a la farmacopea de algunos países no le quedó nada más que atribuir este alimento medicamentos.
Pero no deberías exagerar, ya que es muy dulce y al igual que azúcar ordinario puede producir cierta adiccion.
Cebollas y ajo
Las cebollas y el ajo son de aquellas plantas que contienen grandes cantidades de las sustancias llamadas fitoncidas, cuyos mecanismos de acción consiste en matar microbios y las formas activas de oxígeno (AFC) se extinguen. Esto significa que al agregar cebollas o ajo a las comidas, evitamos que las bacterias de otros ingredientes nos afecten.
Cítricos
En 1747, el médico jefe del Hospital Marino Gosport, James Lind, que llevó a cabo el primer estudio clínico del mundo, demostró que las verduras y los cítricos pueden prevenir el desarrollo del escorbuto. La 2da fama a la vitamina C llegó ya en el siglo XX: el dos veces ganador del Premio Nobel Linus Pauling, después de haber comenzado a tomar vitamina C 3 g al día, estaba tan imbuido de esta idea que comenzó a promover el ácido ascórbico como cura para todas las enfermedades.
La investigación moderna muestra que el ácido ascórbico puede servir como un medio para prevenir los resfriados, pero es poco probable que el efecto de tomarlo sea significativo.
La dosis diaria recomendada de esta vitamina es de aproximadamente 25-35 mg en niños y adolescentes y de 40-80 mg en adultos. Es fácil repararlo con la inclusión suficiente en la dieta de productos como brócoli, pimientos dulces, cítricos, papas, coles, fresas y grosellas. Y muchas frutas que provienen de la naturaleza Ecuatoriana. Aprovechar.
Es mejor comer estos productos frescos, aunque la vitamina C se conserva bien en productos congelados también. Inesperadamente bien se conserva durante la cocción en microondas o al vapor, y se nos va con las temperaturas altas en las frituras o al hervir en mucha agua.
Col
A diferencia de cebollas y ajo, la col no tiene fama de ser agente antimicrobiano. Sin embargo, su fuerza es realmente enorme. El repollo cortado está lleno de isotiocianatos, especialmente se forman muchos de ellos durante la fermentación, por lo que el chucrut o col ácido ayudará a normalizar la flora intestinal después de las infecciones curadas con antibióticos.
Los isotiocianatos pueden formar cualquier col, tanto coliflor como repollo blanco, e incluso sal mostaza (todos pertenecen a la familia de los crucíferos, flor a cuatro pétalos)
El mecanismo de acción antimicrobiana de los isotiocianatos es verdaderamente único – no solo interrumpen la conducción y reducen la fluidez de las membranas bacterianas, como muchos otros agentes antimicrobianos de origen vegetal, sino que también suprimen directamente la capacidad de los microbios para enviarse señales importantes entre sí sobre la presencia de fuentes de nutrientes y la densidad de la comunidad microbiana. Como resultado, las bacterias «sordas y mudas» no pueden estar de acuerdo entre sí sobre la coexistencia pacífica en la composición de la biopelícula y, por lo tanto, con extraordinaria facilidad, son exterminadas por antibióticos convencionales.
Caldo de gallina criolla
¿Adivina qué medicina animal es tan popular que incluso recibió el apodo de «penicilina judía»? Caldo de gallina (o pollo), no cualquier, solamente hecho de pollo entero, y que ha pasado toda su vida pastando libremente en el patio.
El hecho es que los músculos de un pollo entrenado contienen una cantidad significativa de péptido carnosina corto. Este péptido tiene propiedades de amortiguación que permiten que los músculos no se cansen durante mucho tiempo. Posteriormente, resultó que la carnosina es un excelente antioxidante capaz de extinguir las formas activas de oxígeno (AFC). Es esta propiedad la que determina los efectos antivirales de la carnosina en muchas infecciones, incluido el virus de la gripe. Sin embargo, todavía no hay estudios en humanos que confirmen este efecto en comparación con el placebo.
Tal vez, en el caso del caldo, el mero hecho de obtener una bebida muy caliente como manifestación de cuidado puede tener un efecto milagroso.
No olvides que beber en sí mismo es un elemento importante de la recuperación rápida del cuerpo, y si agregas un poco de cebolla, también puedes obtener una porción de prebióticos que ayudan a mantener la microflora intestinal.
Dra. Tatyana Starchenko