Sin silencio ante la extorsión

Conforme la pandemia pasa a segundo plano y la inseguridad es la mayor preocupación de los ecuatorianos, la palabra ‘vacuna’ cobra un nuevo significado. La extorsión aumentó un tercio de 2020 a 2021 —se denunciaron 1.628 casos— y en el primer trimestre de 2022 demostró el mismo vertiginoso crecimiento; a esa macabra cifra se deberá sumar la sombra de los casos que no se denuncian.

La proliferación de este crimen atrae a impostores que, haciéndose pasar por miembros de las bandas que controlan ciertos territorios, conducen extorsiones y estafas digitales ante las que sucumben varios ciudadanos.

La extorsión entraña un gravísimo riesgo. La gente común y corriente se ve sometida tanto al miedo como a un ‘impuesto’ adicional que afecta directamente a su trabajo y calidad de vida. La repercusión económica, cuando se generaliza, es notoria.

Es un delito escalable, millonario y de alcance masivo. No en vano es el puntal de organizaciones nocivas como la mafia italiana, las pandillas centroamericanas o las narcoguerrillas andinas.

No obstante, la extorsión requiere también el silencio de la ciudadanía. Por su carácter masivo, deja muchos rastros y su combate es viable; aunque esto requiere que sus víctimas confíen en las autoridades y lo denuncien.

Las ‘vacunas’ son el más frontal desafío a la facultad fundamental del Estado: extraer recursos a cambio de la seguridad que este falla en proveer. Las fuerzas del orden deben dejar claro que tal usurpación es intolerable.

FRASES DEL DÌA

«Daría todo lo que sé por conocer apenas la mitad de lo que ignoro.”

René Descartes (1596-1650), filósofo francés 

«Tan peligroso como esconderle a los amigos es no ocultarles nada.”

Madame de La Fayette (1634-1693), escritora francesa